Estaba con resaca, tirado en la alfombra cuando sintió el sol saliente, los rayos iluminaron toda la casa y le hicieron despertarse y abrir los ojos por tanta luz. Tomó la botella que estaba a su derecha y bebió un trago largo y amargo. El escozor de su garganta lo hizo reaccionar mientras el líquido bajaba quemando su pecho. - Maldita sea, ¿como han podido pasar dos días desde que te fuiste? - intentó colocarse de pie pero solo consiguió caer sobre el sofá, dejando caer la botella al suelo, ésta, aunque no se rompió , dejó esparcir todo el líquido por la alfombra. - Lo que faltaba. Bajó del sofá a gatas y fue arrastrándose hasta llegar a la cocina. Abrió la nevera para tomar agua fresca. Toc toc Toc toc Tocaron repetidamente a la puerta. - No hay nadie, vuelva en otra vida c