Acuerdo Prenupcial

1031 Words
Santiago se acercó a Amalia, le entregó unos documentos. —Tus padres quedaron debiendo cincuenta mil dólares, la deuda no vence, asi que debes de cumplirla, sino es esta forma puedes pagar con tu cuerpo Cuando Amalia escucho eso se puso molesta, ella no era una prostituta para vender su cuerpo, para eso estaba estudiando una importante carrera, aunque necesitara el trabajo, no dejaría que la humillen, no obstante, ella se dio cuenta de la deuda de su padre al año de haber conocido a Santiago, de esa forma fue que él la convenció de casarse, para que la deuda se cancelara. —Legalmente no puedes hacerme asumir una deuda de mis padres, yo ni existía y la herencia de deudas no existe. —Señorita Amalia, legalmente no, pero si puedo usar mis medios para hacer de que su carrera no tenga exito, asi que no solo tendría una deuda conmigo, sino con los bancos y se llevaran la casa de sus padres, además de que habría estudiado en vano. Llevaba viviendo bastante años ahí desde la muerte de sus padres, el banco en ningún momento se había preocupado de cobrar alguna deuda, no entendía porque la amenazaba con eso. —Solo esta intentando amenazarme con algo, si deciden quitarme la casa esta bien, que se la lleven, igual solo me recuerda que estoy sola. A Santiago le molestó que ella no accediera aún con toda la presión que estaba ejerciendo. —Tu lo has querido así, ya veras las consecuencias. Martín y Santiago se retiraron del hotel, dejando únicamente a Amalia. Esta se apresuró a salir más rápido de ahí, pero al pasar por recepción la detuvieron. —Señorita, aun no ha cancelado la habitación. —¿Pensé que el hombre la había pagado? —No, no es así, la habitación fue reservada por usted, por cortesía hacia el señor Torres no se le cobró inmediatamente, no obstante, debe de cancelarse, de no tener como tendremos que llamar a la policía. Amalia entendió que fue Santiago quien ordeno esto, pero no se dejaría humillar. —Use esta tarjeta —dijo Amalia, usando la tarjeta de sus ahorros. El recepcionista pasó la tarjeta, pero esta fue rechazada. —Lo siento, ha sido rechazada. —No puede ser, estoy segura que tiene fondos. —¿Tiene alguna otra tarjeta o efectivo? Amalia sacó su celular y reviso en su banco, tenía fondos, pero estos se encontraban congelados, revisó en su bolso y entregó el último efectivo disponible. Al salir del hotel fue directo al banco, cuando se registró fue enviada directamente hacia gerencia. —Señorita Amalia, mi nombre es Roger Muñoz, soy el Gerente de este banco, me alegro que se haya presentado rápidamente. —Me vi en la obligación de hacerlo, mis fondos fueron congelados, esto es un abuso. —Entienda, señorita, teníamos que intentar hacer contacto con usted, desde hace bastante tiempo nuestro personal ha tratado de hacer contacto con algún familiar suyo, pero no ha sido posible, la junta directiva decidió esperar que usted tuviera la mayoría de edad para poder contactarla. —Sabe que esto es ilegal. —Lo contrario, verifique el contrato firmado por sus padres, es un contrato que se transfiere a sus familiares más cercanos, legalmente podemos cobrar. —No tengo ese dinero disponible, no pienso pagar esto. —El banco le brindará un plazo de 72 horas para realizar el p**o, de lo contrario tomaremos medidas, por cierto, tiene que ser el total, esto debido a que la deuda ya es antigua. El gerente le indicó a Amalia que se retire. Amalia regresó al campus, al llegar hasta su habitación se encontró con Rose —¿Por que eres así conmigo? —preguntó Rose. —No entiendo a que te refieres. —Hoy fui a la entrevista en la oficina del señor Torres y me dijeron que la plaza ya fue contratada y adivina, me confirmaron que fuistes tú. Amalia, me dijiste que no estabas interesada en la plaza, pero aún asi aplicaste, yo he pasado una gran vergüenza al presentarme. —¿Me ves trabajando ahí? Yo estoy aquí, no me interesa. Rose se dirigió hasta el armario de Amalia, encontrando varios trajes de negocios nuevos y de alto nivel. —Entonces porque esto está aquí? Deja de seguir mintiendo. No entendía porque los trajes estaban ahí, ella no había firmado el documento que Martín le presentó. —No, eso es un error, yo no se porque esta eso ahí. La puerta fue goloeada, Rose fue a verificar quien era, al abrir se dio cuenta que era Martín. —Vengo a entregar unos documentos a la señora Amalia. Rose abrió la puerta y le señaló a Amalia, Martín entró y fue directo hacia ella. —El señor Torres me ha pedido quelw entregue estos documentos, espera que lo firme pronto y verla mañana en su puesto. —No he firmado ningún contrato. —Lo hará, recuerde llevar esos documentos mañana. Amalia revisó los documentos, habia bastante que revisar, pero había uno en especifico que le llamó la atención. [Acuerdo Prenupcial] —¿Realmente cree que me casaré con él? Aunque esto debió de haber sucedido dentro de un año —dijo Amalia en voz muy baja. Rose quien estaba empezando a desconfiar de su amiga se acercó a ella y vio el título del negocio. —¿En serio te casaras con el señor Torres, ahora entiendo porque fue que conseguiste la plaza, nl entiendo porque niegas algo que es tan evidente. —Ya te he dicho, no estoy interesada en él, esto es algo que el decidió, no yo. Amalia siguió revisando los documentos, en el acuerdo se establece que si ella es su esposa al menos cuatro año, él asumirá cualquier deuda que existiera a nombre de ella, sin importar el costo, además de que se establecía que ella trabajaría con él, siendo su secretaria personal. En una de las últimas pautas se establece que de no funcionar el matrimonio, él reconocería la compañía de ella y le entregaría una propiedad de alto nivel, además de recibir una considerable suma de dinero para su manutención, siempre y cuando ella permanezca divorciada.

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