Capitulo 2

1115 Words
                                                                                 Capítulo 2   -Una sola cosa te pedí Astrid, una cosa muy sencilla, no lo arruines y fue lo primero que hiciste – le regañaba su madre.  -Vamos mamá fue un accidente, Astrid no quiso hacerlo – intervino Paul. -¡No la defiendas! Que tu hermana es un completo desastre. Astrid seguía asumida en sus pensamientos, navegando por sus lagunas mentales evitando hacerle una mínima de caso a su madre, no quería seguir aumento los motivos para iniciar una discusión. -Vas a ir y te vas a disculpar con Maddie, ¿me entiendes? – le pregunto con molestia. -Está bien – le respondió encogiéndose de hombros. Salieron juntos a la sala de estar en donde ya una cambiada y limpia Maddison esperaba sentada junto a sus padres y hermanos. Yvette empujo con suma delicadeza a Astrid para que se acercara a la chica. Maddison la miro con una amable sonrisa. -Lo siento Astrid. -No te preocupes, no hay nada que sentir, fue un accidente – le dijo con amabilidad. -Claro, no te preocupes cariño no hay porque hacer tanto drama – intervino esta vez la señora Tayron. -Astrid solo quería ayudar a Emmont para que pudiera bajarme una manzana del árbol, ella solo quiso ayudar – alego por ella Sky, Astrid le regalo una sonrisa nerviosa. Luego de pasar por todo ese protocolo innecesario, Astrid decidió irse a su cuarto, se sentía abrumada por los últimos acontecimientos del día, quería tener un poco de paz lejos de todos ellos, al entrar pudo notar que una segunda cama ya hacia presencia en su habitación, doblo los ojos con fastidio, cerró la puerta tras de ella, tomo un libro de su estante y se lanzó en la cama. Maddison se encontraba totalmente aburrida escuchando la conversación que su padre y el señor Price habían entrelazado, sintiendo también a su vez la mirada constante de Emmont sobre ella, cosa que realmente le incomodaba, aunque debía irse acostumbrando pues en unos días lo quisiera o no, iba a compartir más que eso con el chico. -Estoy un poco cansada del viaje. ¿Puedo irme a recostar un momento? – pregunto con amabilidad. -Claro cariño, por favor – le dijo Bernadette. Emmont acompaño a Maddison hasta el que sería su cuarto por esas semanas, al llegar frente de la puerta hizo una reverencia para luego retirarse, Maddison suspiro agradecía a todos los cielos que por lo menos era un joven amable y respetuoso, se notaba bastante limpio y culto, era realmente mejor eso, a que el señor Cannot, que era un hombre soltero de 40 años de edad que le había pedido su mano hace unos meses. Toco la puerta con delicadeza dos veces, pero no recibió respuesta alguna, seguramente no había nadie adentro, abrió poco a poco y se encontró con Astrid dormida plácidamente en su cama, entro y cerró la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido, tomo asiento en su cama que estaba justo al frente de la de su futura cuñada y posó su mirada en ella, estudiándola mientras dormía en calma, podía notar que Astrid era una chica diferente, era divertida y se le notaba que no tenía interés de caerle bien de forma obligada, no se le había acercado en toda la tarde por su propia voluntad y casi ni la miraba, a diferencia de ella que noto su presencia desde que entro a su casa. Maddison negó con su cabeza, sacando cada pensamiento absurdo de ella, desde hace mucho tiempo que había descubierto tener gustos particulares, que había tenido la oportunidad de experimentar en secreto, pero esta vez contraería matrimonio y debía olvidarse por completo de aquello que podría causarle grandes problemas, debía dejar de mirar más allá a esa chica que se convertiría en su cuñada, aunque en tan solo unas horas se le hiciera difícil, ese cabello castaño oscuro ondulado, esos ojos café y esa mirada tan profunda no era fácil de pasar desapercibida, Astrid era una chica hermosa y con una personalidad que podría atrapar a cualquiera, y en eso se estaba incluyendo ella. Se recostó en su cama cerrando los ojos, imaginándose antes de quedarse profundamente dormida como sería su vida de casada con Emmont Price. Astrid se movió un poco en su cama, estirando sus brazos, se había quedado dormida un buen rato y eso le ayudo a componer su cuerpo, se levantó sosteniendo su peso en las palmas de sus manos miro a su alrededor deteniendo su mirada en la cama de al frente, notando que había alguien en ella, era su cuñada, tomo su libro que ya había en el piso, con cuidado de no hacer ruido lo coloco en el estante, se volvió hacia la ventana dándose de cuenta que ya había oscurecido, ese día había quedado de ir junto a Theodorus al bosque, pero primero debía tomar la cena, y luego fingir que se iría a la cama para poder escaparse ya que pedir permiso iba a ser en vano, pero pensó automáticamente que tenía un problema, Maddison. Un ruido en la puerta la saco de sus pensamientos, alguien tocaba. -Adelante. -Señorita Astrid disculpe, su madre dice que baje con la señorita Maddison a tomar la cena – le anuncio la sirvienta. -Gracias, en un momento voy. Maddison a quien la corta conversación de Astrid con la sirvienta había despertado, coloco sus manos en su rostro estrujando sus ojos para poder despertarse completamente, miro al frente y se encontró con Astrid de pie de espaldas a ella. -Hola – le dijo con timidez. Astrid volteo a mirarla. -Hola, no fue mi intención despertarte, pero debemos bajar a comer. -Claro. Ambas chicas caminaron en silencio hacia el comedor de la gran casa, pero antes de llegar Astrid detuvo a Maddison. -Oye esta noche necesito salir y quería pedirte que por favor no dijeras nada, me escapare – le dijo con nervios. Maddison la miro con una sonrisa de medio lado. -¿Te vas a ver con tu novio? -¿Qué? ¡No! – le dijo colocando mala cara- no tengo novio, iré a dar un paseo por el bosque con mi mejor amigo, pero no le puedo pedir permiso a mis padres me dirán que no. -Tranquila, yo no diré nada, peeeero, ¿puedo ir contigo? – le pregunto con timidez- es que no me quiero quedar sola en tu habitación, me da miedo. Astrid la miro extraña. -Pues el paseo en el bosque te dará más miedo, pero si eso quieres está bien, a la media noche Theodorus pasara por nosotras – le dijo antes de entrar a la sala, dejando a una Maddison con una sonrisa dibujada en su rostro.                                                                                         
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD