Lydia colgó la llamada y su rostro enrojeció. Se encontraba vulnerable, se sentía frágil y con la promesa de su alfa, esperaría pacientemente a que regresará a casa. Como disimulo, limpió su rostro y se giró hacia su cachorro, quién la observaba de manera atenta, expectante a su reacción y entonces, sonrió.
— Papá prometió regresar pronto a casa —la rubia camino hacia su cachorro— Todo esta bien —asintió.
Los balbuceos de Liam la hicieron sentir un poco culpable, pero en parte no mentía, pues las palabras de Anthony era que pronto regresaría y que todo estaba bien, su alfa no mentía.
Tomo en brazos a su hijo y este se apego a su pecho de manera inmediata.
— Espero que regrese pronto —Julián musito— Y trata de controlar tus emociones, Liam aun es un cachorro, pero puede percibir tu arom
