Capítulo 2

3159 Words
Por último Alexander añadio una pequeña nota que decia: «Benedict era una buena persona, alegre y optimista. Su desagrado por los demás, en especial por quienes no conoce, se derivan por el incidente con Olivia. Él la amaba y estaba dispuesto hacer publica su relación de no ser por su comportamiento obsesivo, por lo que averigue ella se dejo llevar por comentarios de otras chicas en la oficina que decian que él solo jugaba con ella y que su relación no llegaria a ningún lado, pero ella se equivoco en escuchar a otros y no a él. Asi que por favor se tolerante con él, sin importar el mal rato que pueda llegar a ocasionar con sus comentarios fuera de lugar, es solo que ya no sabe como confiar en la gente, solo quiere que la pesadilla termine» Cuando termine de leer solte un gran suspiro. Ahora todo tenia sentido, no era yo quien le desagradaba, era por causa de esa chica Olivia por la que despreciaba a la gente y en especial a las secretarías como yo. Maldeci a Olivia para mi adentros y jure que le ayudaria alejar a esa mujer insufrible. Por último abri la carpeta con el apellido Orson por título. Al principio lo único que me interesaba leer era lo que Alexander me contaria respecto a su caso, pero a esas alturas ya no solo me interesaba ayudarlo a él, sino también a los demas, tenian razones poderosas para tener mi especial atención. En mi pantalla aparecio una fotografía algo borrosa, solo se podia ver dos figuras, quizas un hombre y una mujer, pero no se veia con exactitud. Debajo de la fotografía Alexander habia escrito una nota que detallaba el problema de Nathaniel. «Esta fotografía fue tomada el año pasado por un paparazzi que seguia a Nathaniel a todas horas, por aquel entonces, se rumoreaba que la actriz Taylor Brooke y Nathaniel mantenian un amorio mientras ella estaba comprometida. Ese rumor nunca se confirmo, pero fue cierto, Nathaniel mantuvo una relación amorosa con ella después de que grabaran una pelicula juntos, sin embargo, ambos habian acordado que su relación no era mas que una atracción fisica y que tarde o temprano terminaria ya que el prometido de Taylor era su mejor amigo, Arthur Wood. Nathaniel termino la relación por el bien de su mejor amigo, aunque nunca le revelo la verdad,pero Taylor se nego a terminar lo que sucedio entre los dos y lo amenazo con no revelarle todo a Arthur si él no volvia a buscarla. La unica forma de que Taylor se detenga y reflexione sobre sus acciones, segun Nathaniel, es que ella entienda que su corazón le pertenece a alguien más y que si se empeña en retenerlo terminara perdiendo el amor de un buen hombre » Apague la pantalla de la computadora al terminar de leer, en cierto modo me decepciono saber que Nathaniel fuese ese tipo de hombres, habia traicionado la confianza de su mejor amigo y por mucho que quisiera remediar la situación el daño ya estaba hecho. Suspire y luego retire la memoria USB, mire el reloj en mi muñeca, solo habia pasado una hora,pero senti que habia permanecido sentada mucho mas tiempo. Una vez al tanto de los problemas de esos tres hombres entendi que me estaba metiendo un gran problema, quizas en tres problemas que no tenia ni idea como resolver, apenas podia sobre llevar mi vida. ¿Cómo podria ayudarlos a ellos? Me levante de mi lugar, Sarah apenas me miro de reojo, a diferencia de mi ella si estaba trabajando. Toque la puerta de Alexander y enseguida él me permitio el paso. —¿Qué sucede? —preguntó sin levantar la vista. Mis tacones hicieron ruido al caminar, él sabia que ninguna de sus secretarias usaba tacones altos, mas por comodida que por estetica, asi que levantó ligeramente la mirada—¿Ya terminaste de leer la informacion? —Asi es—deje la USB sobre su escritorio, él la tomo y volvio a depositarla en el mismo cajon. —¿Que piensas al respecto? Entrelazo sus dedos y alzo la ceja esperando mi respuesta. Mire a mi jefe, su cabello rubio cenizo peinado hacia los lados, sus ojos verdes que me escudriñaban en silencio y sus labios rosados, los cuales estaban ligeramente encorvados como quien esta a punto de reir, pero no lo hace por respeto o vergüenza. No podia creer que algunas chicas en la oficina lo consideraran atractivo, para mi era un monstruo escondido detras de una bonita apariencia, se le quitaba lo lindo después de trabajar nueve horas a su lado todos los dias cinco dias a la semana. —¿De verdad quieres escuchar lo que pienso de todo esto?—me quejé. —Seran tus esposos después de todo—se burlo de mi, entonces sonrio de forma sutil, eso me confirmo mis sospechas, que se habia estado forzado a si mismo para guardarse esa estúpida sonrisa, solo que no lo resistio. —No estoy segura de que pueda hacer todo esto, son casos muy complejos, algunos incluso me marquen de por vida y siendo sincera apenas puedo con mis propios problemas para solucionar ajenos. Agache la mirada, tenia sentimientos encontrados desde la trsiteza e impotencia hasta la decepción. —Abby, sabes bien que jamas te obligaria hacer algo que sé que no puedes hacer, pero en estos tres casos estoy mas que seguro que podrás, ademas yo no te abandonare ¿Lo sabes verdad?—dijo, su voz me sono convincente, pero mi conciencia decia que él solo habia dicho eso para su conveniencia. —Entonces explicame bien que se supone que debo hacer porque ni yo misma lo sé—me queje cruzandome de brazos. —Quiero que te conviertas en tres mujeres—respondio levantandose de su asiento. —¿Cómo? —Con una linda peluca que te distinga y te haga lucir diferente —me tomo del hombro y lo masajeo un segundo, mi tensión me estaba matando—pienso en una pelirroja para Nathaniel, son mas de su estilo ¿No crees? Asenti algo enojada. ¿De donde diablos sacaria una peluca? —Benedict parece ser mas de las rubias, ademas debes vestir elegante como él lo hace si queremos que la mentira sea convincente—manifestó apartandose de mi para dirigirse al minibar de donde saco una botella y un par de copas, supuse que una seria para mi—Conrad es un hombre mucho mas reservado, pero lo conozco muy bien para saber que le gustan las pelinegras.  —¿Y quién se supone que pagara por todo eso? —me atrevi a cuestionar, esas cosas no iban a salir de mi bolsillo. —Tranquila, ya me encargue de todo. Esta tarde te reuniras con Amber. —¿Amber? —pregunte perpleja—¿Estás hablando de tu esposa? Él asintió y sonrio, mientras vertia en el interior de las copas un poco del contenido de la botella. Giro y se encamino a mi lado. —¿Qué mejor que una ex modelo profesional para que te ayude a caracterizarte en las tres mejores versiones de ti misma? Me dio la copa y luego acercó la suya hasta chocarla levemente contra el vidrio de la mia. —Por Abby, la mejor secretaria que tendreen la vida—expresó, más sabia que lo que decia no era mas que un halago para haverme caer en sus mentiras. Me tome lo que habia en el interior de la copa, la boca me ardio y me quedo amarga. No entendia como es que él podia soportar el saboe sin hacer gestos. —¿Quieres otra? —me preguntó una vez que termine, pero yo negue con la cabeza—por cierto, no hemos hablado de lo que recibiras por este trabajo, pero creo que esta cantidad sera suficiente. Saco del bolsillo interior de su chaqueta un papel doblado a la mitad, me lo extendio y al tomarlo me di cuenta que era un cheque que tenia una cantidad exorbitante escrita, estaba firmado y sellado, listo para ser cobrado. Levante la vista y él mostro una sonrisa orgullosa. —¿Es suficiente? En esa instante lo era, con la cantidad esctita ahi podia comprar un departamento para mi sola, finalmente dejaria de pagarbrentas y lo mejor seria que podria vivir en Londres, pero aunque estaba feliz, habia algo que me molestaba, quizas era el hecho de que tendria que enfrentarme a varias situaciones que no esperaba vivir y no sabia si la cantidad ahí valia o no la pena. —Supongo que por ahora lo es. Volvi a doblar el papel y lo guarde en uno de mis bolsillos. —¿Qué sucede? —preguntó Alexander retornando a su asiento detras de su escritorio. —Supongo que me afecto leer sus historias, en apariencia son grandes figuras públicas, pero detras de ellos hay cosas que te parten el corazón. Ni las novelas son tan dramaticas como la vida real. —Supongo que la fama tiene su precio, pero si quieres hacer un buen trabajo y dejar a nuestros clientes satisfechos sera mejor que no te involucres demasiado o terminaras con un corazón destrozado y no quiero que vengas aqui a lloriquear por lo que viviste a su lado, debes recordar que solo es un trabajo ¿Entendido? —Lo sé—dije desanimada pensando en el caso de Conrad. Me emocionaba mucho poder conocer a su gemela, pero al mismo tiempo tenia miedo de ver en ella, en sus ojos, la vida que se le iba. —Muy bien. Tienes el resto de la tarde, Amber te vera a las tres en el The tea terrance para ayudarte a preparar tus tres identidades. —Si—respondi, di media vuelta y me dirigi hacia la salida. —Antes de que te vayas dejame darte un consejo. No discutas ni te quejes de lo que Amber te indique hacer, únicamente asiente y responde positivo a todo si quieres volver a casa sana y salva. Frunci el ceño sin entender que clase de broma era esa. Conocia muy bien a su esposa Amber Reese, una ex modelo que habia sido engatuzada por un tipo como mi jefe y digo engatuzar porque ella no merecia abandonar su carrera por alguien como él. —De acuerdo—respondi y sali de la oficina. Posteriormente rodee mi escritorio y tome mis cosas. —¿Algún encargo del jefe? —pregunto Sarah desviando su mirada de la computadora hacia mi. —Si, al parecer me voy a ausentar todo el dia—le indique para que no me esperara para ir a la cafeteria a comer como todos los días. —Qué suerte tienes, yo quisiera salir y estirar un poco las piernas, creo que la silla esta comenzando a ser parte de mi. Solte una pequeña risilla ante su broma, supuse que ella no sabia nada acerca del problema de esos tres clientes, asi que no valia la pena mencionar que de hecho de poder elegir, preferia estar todo el dia pegada a la computadora que salir a ver a la esposa de nuestro jefe. —Nos vemos mañana—exprese haciendo un ademan con la mano para después salir de la oficina. Aquel habia sido el dia de trabajo mas corto, pero aun no podia ir a casa, todavia quedaba llegar a tiempo a mi cita en un restaurante finísimo, según habia escuchado. Llegar a ahi no era un problema, la cuestión era poder entrar. Se suponía que solo se podia entrar con reservacion, por supuesto con varios dias de anticipación, lo que me hizo comenzar a preguntarme desde cuando sabia Alexander lo de esos clientes. ¡El maldito sabia que no podria negarme! Tome un taxi, era muy curioso que siendo la secretaria del jefe de una empresa como G&B no tuviese mi propio auto, pero la verdad era que la mitad de mi dinero estaba destinada a mis padres, se los debia y la otra mitad era para pagar la renta y los servicios habituales de un hogar, como agua, gas, luz y televisión por cable. De no ser por Tracy, quien me ayudaba a pagar la mitad de todo, seguramente no podria vivir en Londres. El auto no recorrio mucho camino cuando llegamos a la dirección que le habia indicado, pero la lluvia tipica comenzo a caer de repente,no era extraño que eso sucediera en londres. Pague y sali del taxi para después entrar al restaurante para refugiarme antes de quedar empapada. Enseguida vi a la señora Reese, la mujer mas envidiada de la oficina aunque desde que se habia casado con mi jefe apenas habia ido a su oficina un par de veces. Me saludo con la mano, al menos me reconocia, con eso pude pasar y esquivar al hostess antes de ser interrogada por él. Avance hacia ella y sonrei algo nerviosa al estar en su presencia, era extraordinariamente hermosa. —Que gusto verla de nuevo señorita Connor, veo que mi esposo realmente la convencio de llevar a cabo esta locura—hizo una señal con la mano para indicarme que tomara asiento. —Conoce al señor Reese, puede ser muy persuasivo cuando se lo propone. —Lo sé, sino fuese asi yo no estaría sentada aqui—manifestó, mas me parecio que estaba bromeando y no quejandose Me acomode sobre la silla, la señora Reese hizo un movimiento con la mano para llamar al camarero y al acercarse, él nos ofrecio la carta con las especialidades del día. —Un té y una rebanada de pay de limón—expresó sin leer lo que estaba escrito, ella me miro esperando que ordenara. —Lo mismo—expresé al sentirme presionada por la señora Reese. El camarero asintio y se retiro mas pronto que como habia llegado. Mire mi entorno, el ambiente era tranquilo, mesas con manteles blancos, adornos florales y un tapiz azul. El lugar, sin duda alguna, estaba diseñado para albergar por breves periodos de tiempo a mujeres con dinero y tiempo para venirlo a desperdiciar aqui. —Respecto a lo que nos ha reunido aqui, he pensado en los atuendos perfectos, debo admitir que este ha sido el proyecto mas emocionante en el que me ha incluido Alexander, creeme cuando te digo que buscar y comprar fue tan vigorizante. —¿Dijo comprar? —Por supuesto, crees que solo te daria unos cuantos consejos, sé bien que el fino arte de la moda es algo que no se aprende de la noche a la mañana y por supuesto aunque hubiese aceptado solo dar consejos tú no los seguirias al piel de la letra, asi que me tome la libertad de comprar algunas cosas para ti. —Pero ni siquiera sabe mi talla—me encogi de hombros. —¿Crees que alguien como yo no le aprenderia algo a los diseñadores de alta costura?—impugnó mostrandose casi ofendida—verás, puede parecer que una chica como yo no tiene mas que aire en la cabeza, pero cuando se trata de ropa y un chico de por medio, mi intelecto es equivalente al de un premio novel. —No lo dudo señora Reese—manifeste con una sonrisa. No supe porque, pero senti que entre ella y yo la que parecía ser mas femenina era ella, quizas porque yo no estaba realmente interesada en la moda. Mi trabajo me absorbia demasiado. —Bien, te hare llegar tu nuevos atuendos esta misma tarde. —¿Quiere que le de mi dirección? —No es necesario, Alexander ya me la ha proporcionado—expresó. Al parecer ya se había adelantado a todo—en cuanto a las personalidades que has de caracterizar, pensé que lo mejor seria que fueras la chica ideal de cada uno. Por ejemplo, Benedict es un poco presuntuoso, coqueto y elegante, deberas ser una chica igual que él , por asi decirlo su versión femenina, pero mas bonita. Súbitamente el camarero se presento con nuestra orden, lo que hizo que la señora Reese guardara silencio hasta que él se marchara. Tomé un par de terrones de azucar para endulzar en brebaje frente a mi, revolvi con la cuchara y volvi la mirada hacia la señora Reese. —Para Nathaniel deberas ser una chica sexi, una diosa inalcanzable incluso para él, además tu autoestima debera estar hasta las nubes si no quieres que una mujer de su círculo social te haga caer y te pisotee como si fueras una basura. —¿Y como lograré eso?—las palabras de la señora Reese me ponian nerviosa, ella lo hacia parecer facil, por supuesto ella era todo eso, elegante, sexi e inalcanzable. ¿Cómo se suponia que yo seria eso o al menos fingirlo? —Un 30% es maquillaje, otro 30% es la ropa y el 40% restante es la actitud, si tienes todo eso tendras a cualquier hombre a tus pies, pero si no lo logras, piensa en esto. Si fallas seguro que Alexander te despedira, eso es un buen incentivo para intentar ser sexi ¿No? Por mucho que me incomodara la idea, ella tenia razón, esos hombres eran importantes para Alexander, después de todo estaba armando todo un circo por ellos , asi que no podia fallar. —¿Y el señor Craig? Alzo la ceja y mostró una sonrisa satisfecha, quizas por haber logrado despertar en mi el interés por este trabajo. —Antes que nada, ya que serán tus esposos deberas llamarlos por algun diminutivo o por su nombre—me previno, eso era importante asi que no debia olvidarlo—en cuanto a Conrad, él es reservado y misterioso, asi que su esposa sera igual, no hables mucho, pero se directa cuando tengas que hacerlo, sonrie solo cuando estes con él y de vez en cuando tomalo de la mano, por supuesto, frente a su hermana, que vea que estaras para él cuando ella no este. El corazón se me hizo pequeño cuando pronuncio esas palabras, al final de cuentas era un trabajo para eso me habian contratado, pero de igual forma me estaba prestando para mentirle a una moribunda. La señora Reese continuo hablando sobre ropa y accesorios, sobre lo que debia ponerme al estar con cada uno de los clientes, trucos para engañar a la camara en el caso de Nathaniel y algunas formas de coqueteo elegante en caso de Benedict, si es que existia la oportunidad de llevarme algun coctel o alguna reunion con sus socios y para el caso de Conrad, me recomendo ser risueña ya que lo que él esperaba no era tener una enfermera para su hermana sino una compañera o al menos eso era lo que debia creer su hermana. Ademas debia hacer planes con su hermano, por supuesto, incluyendola para que ella constatara con sus propios ojos que su hermano estaria acompañado cuando ella partiera.
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