Anything To Say, You Are Mine
1059 Words
Las cosas habían empeorado rápidamente en una mañana, algo que no sorprendía a Avellana en lo absoluto, hace semanas que la desgracia estaba cayendo en aquella ciudad, así que el estar preparados es lo único que les queda. El Plerus en cuestión se acercaba y José desconocía su nombre, lo único que sabía de este animal es que era uno de los tres Plerus sobrevivientes a la extinción, uno de ellos, Amadros, ahora muerto y el otro Plerus más joven y además un híbrido en toda regla. desconoce, pues, del más joven su nombre, pero sí de su paradero, José lo sabía, pero dada las circunstancias escenas sangrientas llegaron a su mente ¿Harriet intentando matar a un híbrido tan fuerte y ciertamente indefenso? No, no podía ser, no merece tal castigo por ser lo que es.
—Avellana. —llama inseguro a la fémina que con cuidado limpia el cuerpo de su padre. Samael estaba despierto desde hace una hora, silencioso y pensante.
—¿Sí? ¿Terminaste con el ungüento? —Toma su cabello y lo amarra en una bolita para descansar su cuello. —¿Qué pasa?
—Sé dónde está el otro Plerus, el híbrido.
—¿Qué acabas de decir?
—El híbrido, sé dónde está.
—Dios, esto no puede ser, ahora son dos.
—No, no es lo que crees… es indefenso.
—¿Cómo lo sabes? —se acerca con el ceño fruncido.
—Es un muchacho como Harriet, es realmente dócil… al menos cuando nadie intenta matarlo. Viví con él durante unos años, yo estaba realmente enfermo, estaba peor que ahora que apenas estoy estabilizando…. Me ayudó y yo a él a esconderse de Amadros, pues en ese entonces se había enterado de que el chico era un híbrido y buscó para matarlo. —suspira cansado. —Es el híbrido más poderoso que he visto, pero con el corazón más humano también. —dice pensante, recordando la gratitud del chico, la amabilidad y virtud que este emana. —Debes verlo, al menos tú, de momento el resto no debe saberlo y mucho menos Harriet, no querrá razonar ni conmigo ni contigo y se ganará su propia muerte, todo en defensa propia, te lo aseguro.
—Nunca te había visto tan paternal, ¿sabes? —dice suavemente y se sienta pensativa cerrando sus ojos en la orilla de la cama. Observa a Harvey y suspira. —¿Es el único híbrido de su especie?
—Sí, lo es. —se sienta a su lado. — ¿Recuerdas a su persona? Andrés, si mal no recuerdo. Cuando fue asesinado frente a sus ojos… sintió que debía matar a todos los vampiros sin importar su especie. Pero no lo hizo y podía hacerlo, sin mentir y exagerar, es el segundo vampiro más poderoso de todo el planeta después de Sir Yen Nigreos, ni siquiera el ministerio de Uros podría contra ellos, jamás. —traga con suavidad y la mira a los ojos. —El Nigreos, no es una infección en sí Avellana, si no tu padre estaría presentando síntomas ahora.
—¿Entonces qué es? ¿Qué tiene que ver el vínculo aquí? —se levanta, sintiéndose exasperada. —No le encuentro sentido.
—Samael al ser un vampiro original tan fuerte. En el proceso de transformación que tuvo la primera vez que conoció a tu padre, Harvey, los sentimientos de este están ligados fuertemente con el amor, con la conexión de sus almas y tu padre al haberlo mordido y transformado, estos crearon en su sistema una fuerte resistencia, mucho mayor que la de un Hiena blanca natural… a ver como lo explico… —suspira y acaricia su rostro. —Samael está tan profundamente enamorado de tu padre que eso mismo le enfermó al haberlo abandonado por tanto tiempo.
—Entonces, ¿mi padre por qué no se enfermó?
—Bien, esta es mi teoría, tu padre al ser quien transformó a Samael, depositó en él aquellos sentimientos que marcaron su sistema, su anatomía, todo, todo aquello por un bien, pero inevitablemente al pasar milenios uno lejos del otro hizo que explotara. Imagina esto. —la toma de los hombros y la mira directamente. —Tu novio es transformado por ti, un fuerte vínculo, tan fuerte, si son separados por milenios, tu novio enfermará, se volverá loco, literalmente si no llegas a tiempo para salvarlo simplemente perderá su alma humana.
—Que te corten la lengua José… pero tiene sentido. —sintiendo vitalidad en su cuerpo, comprende todo aquello.
—No tengo papeles para patentarlo aún, pero el Yerniscarbunco Nigreos es generado única y exclusivamente cuando el vínculo entre dos almas es tan poderoso que al alejarse por tanto tiempo. ¿Causa la muerte? No lo sé, ahora menos que sé que Sir Nigreos está vivo ¿dónde? No lo sé, pero lo está.
—Ni siquiera tiene un origen biológico dentro de nuestras especies.
—Exacto, no es un virus o una infección del vampiro o algo así no, todo esto está fuera de nuestras manos, es algo que aparece por lo que te acabo de explicar. —cierra sus ojos fatigados y tambalea.
—Wow, siéntate. —toma sus brazos y lo sienta en la cama.
—No he dormido desde hace 3 días.
—¿Por la enfermedad?
—No, en realidad debo admitir que soy un marica güevón, tu padre me ha curado poco a poco con sus bebidas asquerosas. Dice que en 6 o 7 meses estaré totalmente recuperado.
—Eso es bueno. —asiente pensativa. —... ¿Entonces buscarás al chico?
—Yo… no lo sé…
—Deja de huir. —lo mira compasivamente. —No hay excusas para que no puedas verlo… sé que ahora se han vinculado y debe ser extremadamente doloroso para ti. —suspira. —Ten las pelotas de enfrentar a ese maldito Plerus, psicópata, y trata de ser feliz con ese muchacho el tiempo que tengas… todos haremos lo mismo. —dice con nostalgia. —No eres el único al que le pesa tal cosa como saber que algún día ellos morirán y nosotros… nosotros seguiremos aquí. —Se levanta. —Cuando despierte llámame. Iré a ver a Samael, creo que sigue en estado de shock. —José asiente en respuesta divagando enteramente ante aquellas palabras que rebosan de verdad.
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