Aliento de vampiro. Volumen cuatro.

08.- PENÉLOPE.

Sé muy bien sobre el don del señor Logan, un vampiro que lee pensamientos y comprendo que sabe muy bien lo que preguntare y que ahora, lo estoy diciendo.

—¿Por cuánto tiempo me quedare aquí?

Él se sorprendió, algo que se me hizo extraño, pero enseguida me y dijo:

—Es peligroso que pienses en irte tienes que tener en cuenta en que debes estar protegida.

—¿Disculpa? —pregunto enseguida.

—Pero Coraline, podrías estar en el castillo solo por tres días aquí mientras el señor Mortí manda a alguien por ti —, asintió de forma que yo aceptara. —Es mejor, ve a tomar tu desayuno, tenemos muchas cosas para no aburrirte.

Parecía que ante él era una niña de 6 años a quien miraba, decidí retirarme y en la puerta esperándome Penélope, quien me guio hacía un salón inmenso donde había una mesa larga, ancha con 30 sillas, estaba solo y me senté en la esquina de la mesa, ya había desaparecido Penélope. En la mesa había una caja de cereal, leche jugo de naranja. huevo con salchichas. se notaba que me querían muy alimentada. estaba un plato hondo con un vaso de vidrio y el plato ya con el huevo con salchichas y el jugo de naranja. me preparé el cereal al igual que me serví el vaso de leche. Enseguida seguí con el jugo y los huevos con salchichas, al instante Penélope estaba a un lado de mí.

—¿Te gusto? —pregunto.

Asentí enseguida.

—A ¿Dónde quieres ir? —dijo Penélope.  

Pienso en lo que quiero mientras estoy por terminar de comer y respondo:

—Quisiera solo ir a un campo grande y Troncoso.

La mire, tenía cara de confundida y enseguida dijo:

—Al bosque es lo que me dices ¿No?

—Exacto.

—Muy bien, sígueme.

Agradecí por la comida, otra chica pálida es quien recogió la mesa, en eso me levanté y seguí a Penélope, salimos del castillo y mientras caminamos conversando ella me hablaba del castillo, pero decide preguntar:

—Hace ¿Cuánto viven en este castillo? Penélope.

—Más de ochenta y cinco años he vivido en el castillo del señor Logan.

—Tu naciste como vampiros o el señor Logan te creo, te trasformo o ¿Cómo fue que llegaste a ser una vampira?

Penélope ríe al escuchar la pregunta de la joven de ojos grises, y cabello de un color genuino y brillante azabache que, aunque el clima es cálido, la palidez del clima respeta conservando esa extraña belleza, que hace reconocer que no solo es una hibrida sino una dama advere sorbí.

—Señorita, puedo ser abierta.

—Claro.

—Coraline yo no soy de aquí, vengo de un mundo muy alterno a este de una ciudad en donde gobiernan los vampiros.

—Nunca había escuchado que existieran, menos que gobernaran.

—Lo sé y comprendo que le sorprenda, pero es cierto.

—¿Cómo se llama ese lugar? Penélope.

—Lo siento señorita, pero no quisiera decirlo, menos que usted lo sepa.

—Tienes malos recuerdos.

—Así es Coraline.

—Entiendo, entonces naciste como una vampira.

—No señorita nací como una anuo, bueno así llaman a los humanos, pero siendo bebe fui muy enfermiza, débil y poco agraciada.

—Te entiendo, algo similar me sucedió, aunque no es nuevo para mí al ser que siempre he tenido este tipo de piel pálida, casi blanca, pero después convertirme en una hibrida equilibro de algún modo mi interior.

—Agradece ser una hibrida señorita.

—En un principio no, me sentía enfadada, pero ya después de conocer y saber comencé a adaptarme, porque conservo ambos mundos a mi lado, en cambio creo que contigo fue diferente.

—Así es, a la edad de los diecisiete años mis padres vampiros.

—Tenías padres vampiros.

—Si bueno debo aclarar que soy huérfana, ellos me hallaron muy bebe y creyendo que yo pasaría esa etapa de enfermiza y debilidad, al ser que se encontraron con una bruja quienes les daba recetas caceras para mi crecimiento, aunque tuvo buenos resultados en mí ya no funcionarían, a mis diecisiete años todo decayó, la misma bruja no lo entendía, es por eso que recomendó que viera a la gran vampira, una mujer amargada y poco sociable.

—Y hablaron con ella.

—No, mis padres y yo solicitábamos una cita, pero siempre ponía pretextos pues ella no se rebajaba a hablar con vampiros de un pobre nivel.

—Y ¿Que paso después?

—En una de las visitas para verla nos encontramos con su esposo, con él hablamos, mis padres le contaron todo sobre mi igual yo ya después él me vio y me examino, al ser que él era un doctor —, mi mente venía muchas teorías y pensamientos que formulaba mi cabeza, pero continúe escuchando a Penélope. —Solicito mi trasformación al ser que era eficiente ser una vampira, porque en unos días yo podría llegar a morir y que debería ser ya, es como mis padres organizaron la ceremonia.

—Penélope tuviste que casarte.

—La verdad no, al ser autorizado por el rey esposo de la gran bruja, no fue necesario comprometerme con alguien, pero ya que me convertí y lo fui, la gran vampira al saber que su esposo me permitió ser una vampira, intento en parte arruinar mi vida mintiendo y causando que todos pensaran que era la amante del rey.

—Que feo.

—Sí, fue más que eso, días y semanas en las que tuve que soportar humillaciones y malos tratos.

—Debiste defenderte de alguna forma que decía a esto él rey.

—Intento ayudar a mis padres y a mí y desengañaba las cosas que su esposa decía, pero, aunque lo hizo, esa malvada vampira siempre sabia manipular a los demás.

—Pues cual exactamente es o era su habilidad.

—Es ella, aún existe en ese plano de vida vampira pues todos los de ciudad le tenían o deben aun tenerle miedo, porque ella parte de poseer un cuerpo vampiro y hacer que sienta dolor, también puede impregnar tu más temible miedo —, eso hace, me hace pensar a sobre una Devora que no recuerdo su nombre que tenía una habilidad similar, lo único es que no poseía los cuerpos vampiros, solo causa al impregnar miedo a los vampiros, pero no estoy segura si era una Devora o una dama advere sorbí, deberé leer la página aunque estoy segura de que hablo de una Devora. —Es como me tacharon como la amante del rey.

—Y seguramente así controlaba a su esposo.

—No.

—¿No?

—No él me platico sobre su habilidad de que aparte de curar, tenía la similar habilidad de su esposa que no lo usaba el para que los vampiros sintieran miedo, era lo contrario, la audacia de su ingenio, pero de enfrentar a su esposa es como una pelea de territorios, ambos se controlaban mutuamente, eso causaba que mi ciudad viviera aún más cruel que antes, es como decidí yo irme de ahí y vivir en otra parte.

—Dejaste a tus padres.

—Sí y con ayuda del rey que acepto lo que yo decidí me ayudo, al hablar con el Lord Logan y me acogió, es como tengo mucho tiempo viviendo en este castillo.  

—El señor Logan es un Lord.

—Si.

—No lo sabía.

—Has vuelto a ver a tus papás.

—No, me envían cartas y tengo una hermana que también adoptaron, me hablan de ella.

—¿Quieres verlos de nuevo?

—Claro que sí.

—Porque no se lo has dicho al Lord, yo digo que te lo permitiría.

No sé porque se lo digo eso si apenas descubro que es un Lord.

—Prefiero las cosas así.

Qué triste, pensé al verla.

—Y ahora sabes cómo está tu ciudad.

—Sí, mi hermana me escribió que el heredero esta por ser el siguiente rey.

—Tuvieron un hijo.

—Eso parece.

—Entonces la pelea terrenal del matrimonio debió ser de una forma posesiva y sexi.

Al decir eso, ambas nos miramos pensando y comenzamos a reír. En eso llegamos al bosque que estaba a lado del castillo, era grande igual que el anterior que he visto estas últimas semanas.

—Lo que no imagino Penélope, que dices que esa vampira es amargada y poco sociable entre otras cosas, no puedo pensar que ella tenga amor maternal, siendo que son pocos los vampiros que experimentan ese amor.

—Lo sé, pero es la regla de mi antigua ciudad, no siempre debe gobernar el mismo matrimonio, debe a ver herederos hombres que tomen el título de rey.

—¿Qué pasaría si fuera una mujer?

—No lo sé nunca ha pasado.

Y no volvimos a tocar el tema.

—Señorita ¿Necesitas algo más? —pregunto Penélope.

Mientras yo miraba la tranquilidad de ese bosque que trasmitía, una agradable naturaleza para mí, a lo que giro y veo a la chica que aún está a mi lado y es como respondo: 

—No gracias Penélope me quedare algunas horas aquí.

—Muy bien señorita, Coraline solo debe saber que este bosque tiene un límite, se dará cuenta cuando escuche el hablar del loro grisáceo, porque no quisiera que se perdiera dentro de este inmenso bosque.

—El hablar de un loro ¿Cómo puede a ver loros en un bosque?

—Estos tipos de bosque como en otras tierras existes extraños animales, que a veces se pueden confiar o no y que llegan a ser peligrosos, porque creen que invadimos su territorio, es por eso que debe tener cuidado, fue agradable platicar señorita, debo retirarme.

Ambas nos despedimos y ella se retiró, empecé a entrenar, solo me había puesto un pantalón de mezclilla que Penélope me había dado azul y una blusa de manga corta morada, y así siguió, todos los días entrenaba a la hora de la comida, no tenía casi hambre porque aun tomaba aunque sea un poco de sangre, pero prefería guardarlos, ya habían pasado dos días, ninguna señal de que alguien viniera a verme o a informarme, con el líquido con el que me conectaba con el señor Watson se había acabado todo por el estúpido Veto, que me lo había tirado, últimamente el señor o Lord Logan había viajado, nadie podía responderme las visiones, no había nada que ver solo aparecían sombras que no entendía, aunque no tomaba sangre, soñaba muchísimo más a Ian, no lo sé por qué a él al igual que a Alexander y James, creo que soñaba con ellos por preocupación. No me dejaban tomar mucha sangre, parecía que solo querían tenerme como mortal, pero aun que yo tomaba, aunque sea una gotita me brillaban los ojos, en el tercer día preferí conocer la mansión, aunque Penélope solo me seguía, me cuidaba, llegue a la biblioteca de la mansión, entramos.

—Excelente.

—¿Te gustan los libros?

Me había preguntado Penélope.

—Si mucho, ¿Puedo quedarme? —pregunte.

Asintió y se retiró, empecé a ver los libros, leí solo novelas, cuentos, historia, etc. al igual que al otro día así seguí.

Desperté, al día siguiente supe por Penélope que llegaría el señor Logan por la noche y quería verme, le había dicho que estaba bien, solo desayune y me metí en la biblioteca, ya había leído cuatro libros diferentes y cuando buscaba otro entre los libros del ultimo estante, mi mirada se clavó en uno en especial color rojo, lo saque, era liso sin título, lo abrí tenia letras grandes en n***o, VOLUMEN DOS LEYENDAS, MITOS Y ALGO MAS DE NUESTRO MUNDO.

Empecé a leerlos, hablaban de los vampiros, monstros, brujas no había nada de lobos, hasta en una de esas se me cayó el libro, me había asustado, solo había sido que un libro se había movido, recogí el libro, al recogerlo se cayó de ella una pequeña hoja, la recogí, era color café ya estaba muy desgastada.