7.-La cabaña

1546 Words
Miraba más atenta que nunca por la ventana, era un camino totalmente diferente al que iba directo a la mansión, quería creer que solo se había desviado para confundir a esos hombres. Pero pasaba minuto a minuto y no había ningún cambio de ruta, estaba asustada y Lena igual, nos carcomían los nervios. Con alboroto que se armo; Lena había dejado su cartera en la mesa. Por lo que no llevaba su teléfono consigo. Le hacíamos preguntas y ninguno de los contestaban, mis nervios estaban a mil y todas mis alertas mentales igual, por alguna razón la puerta solo se abría de afuera, ¿Y si nos estaban secuestrando? ¡Ni siquiera podemos saltar del auto! Luego de un largo camino, estábamos parando, habíamos llegado a una cabaña muy escondida, tenia verjas por todo lado y cercas eléctricas. Definitivamente estábamos secuestradas, mis piernas temblaban y Lena estaba pálida. Los dos grandulones se bajaron y nos abrieron ambas puertas. Pensé en correr, hasta que lo escuche hablar. -Señoritas, están en la cabaña de máxima seguridad del señor Valentín.-dijo, el que creo que se llama Román-, Están a salvo. Suspire de alivio y vi que Lena hizo lo mismo, ¿Acaso no sabia que su hermano tenía esto? Al menos estábamos seguras o eso parecía. Pero la pregunta correcta es ¿seguras de que? si, nos querían matar, claro esta, ¿pero por qué? -Román, nos has dado un susto bárbaro, ¿Por que no, nos dijiste que nos traías para acá?-le pregunta. -Teníamos órdenes claras, si sucedía algo como lo que ocurrió debíamos aplicar el código 511, máxima seguridad.-contestó. -¿Y por qué yo no sabía nada de esta cabaña?-inquiere nuevamente. -Su hermano la compro hace poco, le gusto la ubicación y lo segura que es.-le respondió. Lena asintió y yo seguí suspirando con alivio, estaba muy asustada, creía que nos estaban llevando a un lugar desconocido para matarnos o peor aun secuestrarnos. -Román, ¿Y mis hermanos?-pregunta con preocupación. -Ya vienen para acá, dos de nuestros hombres están heridos.-explica. Entramos a la cabaña y esta muy acogedora, tiene unos sofás elegantes, una tv pantalla extra plana, al fondo esta la cocina, igualmente lujosa, todo para ellos es lujo puro. Me siento en el sofá y estiro mis pies, me saco los zancos y enciendo la tv. Coloco netflix y me relajo un poco. Afuera se escucha el motor de un carro apagándose, han llegado los hermanos. Lena se levanta rápidamente y corre a abrazarlos. Yo sigo en mi puesto sin moverme, les veo entrar están con sus ropas un poco rasgadas. Se van a la cocina y se sientan en los taburetes que hay en la isla, conversan entre ellos y me limito a escuchar, esta vez los espiare, necesito saber que fue lo que ocurrió. -¡Casi nos matan, Val!-exclama Lena, -, Estuvimos cerca, además les has dicho a los guardaespaldas que no me digan nada, nos traen aquí, Dela y yo casi nos infartamos pensamos que estábamos siendo secuestradas. -Pero no paso Lena, siempre que este aquí nada te pasará, bueno les pasará.-promete Valentín, el que me haya incluido en eso, me hace dudar aun más de él.-, Ellos nos encontraron, Lenie, estamos jodidos. ¿Quién los había encontrado? ¿Y por qué estaban jodidos? No entendía nada y quería hacerlo. -Pero, ¿Cómo pasó?-inquiere Lena confusa y atemorizada. -No lo se aún, pero lo estoy averiguando.-responde Dmitri.-, Esos hijos de...no nos van a joder está vez. -Si estamos trabajando en ello, de momento estamos a salvo, nos quedaremos un tiempo acá.-responde Valentín. -¿¡Qué!? ¿Y mi ropa, mis cosas? ¿Al menos traerás a las del servicio?-Lena drama queen, al ataque. -Nada de eso, compraremos provisiones y veremos como nos la arreglamos, no podemos salir de aquí. Ni nadie puede venir.-advierte Valentín-, En las habitaciones hay ropa y algunas cosas que mande a comprar junto con la cabaña. -Está bien, todo sea porque estemos a salvo.-acepta Lena. -Estoy harta de esto, quiero saber que esta pasando y lo quiero saber ahora-digo parándome frente a ellos con los brazos cruzados.-, Y quiero saber quién los busca y quiénes son ustedes. -Díselo-musitan al unísono Dmitri y Lena. Valentín solo suspira muy fuertemente y se toca el puente de la nariz. Analiza muy bien que decirme y solo espero que me diga la verdad. -Tenemos muchos negocios y algunos no van muy bien, por lo que nos hemos ganado muchos enemigos. Al punto de querer matarnos.-explica. Algo no me convence, ¿Qué tipos de negocios? Esto cada vez se ponía peor y no sabía que hacer. ¿Por qué termine metida en esto? Ah cierto, mi horrible padre. -¿Qué negocios?-pregunte sería.-, Necesito saber en qué estoy inmiscuida, porque si no saben mi vida también corre peligro. Suspiraron los 3 al casi mismo tiempo, mientras se daban miradas entre si. Sabía que se debatían en contarme la verdad o no. -Aún no es tiempo de saberlo, de momento sólo te puedo decir que permaneceremos un tiempo aquí.-responde Valentín, lo hace con un tono serio y forzoso.-, Nadie puede saber dónde estamos, ni podemos salir ni nadie puede entrar. Debemos esperar a que calmen las aguas. Asiento resignada, pues sabía muy bien que no obtendría más información de su parte. Pero estaba segura que podría averiguar más, sólo necesita tiempo. Y ahora que conviviriamos más en esta estrecha cabaña, sabía que lo iba a conseguir. -¿Quién tiene hambre?-me ánimo a preguntar. -¡Yo!-responde energético Dmitri.-, Después de semejante debut, podría comerme a un elefante. Me río y busco en los cajones y refrigerador algo para cocinar. Por suerte la dispensa está llena, así que optó por preparar unos spaguettis en salsa boloñesa. Luego de un largo rato preparando la comida, busco los platos y les sirvo. Les paso a la isla y todos no tardan nada en devorarse la comida, estaban muy hambrientos. Quizás el susto les dio hambre. -¡Esto está monumental!-espeta Dmitri.-, Creo que amaré vivir aquí, si sigues cocinando. Todos reímos y seguimos comiendo en silencio, Lena es la primera en terminar y para sorpresa de todos recoge y lava su plato. Sus hermanos la miran sorprendidos. -¿Quién eres y que hiciste con nuestra hermana?-divierte Dmitri.-, La Lena que conocemos no lavaría ni un tenedor. -Jaja que chistoso. -dice con sarcasmo.-, Tenemos que ayudar, ¿O pretendes que todo haga, Delaylah? Negó con la cabeza y al terminar de comer todos lavaron sus trastes. Me sentí feliz al haberles enseñado un poco de humildad, la vida no siempre será lujosa como ellos están acostumbrados, que mejor que aprendan a valerse por sí mismos. -Bueno, sólo hay 2 habitaciones, la de la  derecha es de ustedes y la izquierda es nuestra.-explica Dmitri. Asiento y tomó los tacones que deje tirados cerca del sofá, Lena sube primero y le sigo a la habitación. Al entrar es más grande de lo que parece, tiene 2 camas, 2 veladores, un enorme armario y una ventana diminuta. —Bueno, al menos han comprado ropa con mi diseñador favorito.—exclama Lena con un chillido de felicidad. —¿Es en serio? Casi nos asesinan, ¿Y tú sólo piensas en que compraron tu ropa con un diseñador?—le reclamó, su falta de preocupación me hace entender que esto no es nuevo para ella, ni para ellos. —Lo siento, el estrés de esta situación me hace actuar como una completa tonta.—espeta sentándose en el borde de la cama. —Tranquila, no debe ser fácil para ti. Vivir sin todos los lujos que acostumbras.—digo y me bajo el cierre de mi vestido para seguido meterme al baño. Me despojó de toda la ropa, pongo a llenar la tina, hasta mientras me baño en la ducha, sólo quiero relajarme en la tina. Le pongo esencias y entró. Mi cuerpo se relaja con total calma, siento como la pesadez del día se evapora con el agua caliente. Mientras pienso, ¿Por qué los quieren asesinar? Hay algo oculto más turbio de lo que pensé, recuerdo la conversación de Valentín por su teléfono, decía algo de encontrar unas 200 cosas para alguien. Cuando pueda averiguare que es y de que trata. —¡Delaylah, muévete, yo también me quiero duchar!—escucho como grita mientras golpea la puerta. Ruedo mis ojos costumbre que tengo, siempre que algo me molesta o no me gusta. Tomo la toalla y enredo mi cabello en ella, con otra envuelvo mi cuerpo. Salgo y ella entra con desesperación, busco en el armario y encuentro las mismas pijamas de dos partes, Short corto y camiseta de tiras. También hay una especie de bata de cada, que va a juego con la pijama. Optó por ponermela ya que no hay nada más con lo que pueda dormir. Me recuesto en la cama e intento dormir, doy vueltas buscando alguna posición para quedarme dormida y no lo consigo, Lena repite lo mismo que yo. —¿Estás dormida, Delaylah?—pregunta. —No, tampoco puedo dormir.—Le respondo. —Estoy asustada, siento que si cierro  los ojos, me dispararán. —dice con nerviosismo. —Tranquila, tus hermanos jamás permitirán que algo te pase.—digo convencida de que estará bien. —Nada nos pasará Delaylah, porque ahora eres familia.—me responde, una sensación de hormigueo me invade. —No estoy tan segura de eso, la verdad no puedo confiar en ustedes.—digo sincera. —¿Por qué? Hemos sido sinceros contigo.—responde. —No del todo, Necesito poder sentirme cómoda. ¿Podrías decirme por qué intentaron matarnos?—le pregunto y Lena parece tensarse. Hasta que responde y me quedo inmóvil, no puedo pensar con claridad y ya no siento paz ni mucho menos tranquilidad. —Delaylah, nosotros nos dedicamos a la mafia, al tráfico de armas, drogas y personas...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD