Al llegar a la casa del señor Sine, mi boca casi se cae de lo abierta que me quedo, era prácticamente un lugar inmenso, algunos empleados se podían observar a lo lejos, se veía que el dueño de la casa era una persona perfeccionista, pues todo se veía en orden, pero el detalle aquí es que yo no conocía aun al señor con el que me tenia que dirigir pronto a la clínica para empezar con el procedimiento, Ian me había dicho maravillas de él “jefe”, pero realmente no sabía que mismo pensar, sino que me debía abstener de comentarios hasta no verlo y hablar con él.
Cuando estábamos en la puerta de la mansión, nos saludaron dos personas muy amables, eran los padres de Ian, ellos eran los encargados de la casa, Ian me los presento muy gentilmente, ellos eran personas que se veían a simple vista muy amables y sobre todo amigables, yo necesitaría muchas personas de amigas, pues estaba en un proceso de temor aun por lo que acababa de decidir hacer.
Me dieron la bienvenida, me dijeron que contara con ellos para lo que necesitara, que no me preocupara por nada, que el jefe había dejado ordenes expresar en cuanto a mi atención, algo que realmente me dio un poco de temor, pues no quería que me trataran diferente por ser quien le vendería un hijo al jefe.
Los padres de Ian hablaban español, aunque por mí no había problema si me hablaban en inglés, pues si lo domino, no a la perfección, pero realmente mal no quedo, así que al igual que a Ian les dije que me hablaran en el idioma que se les hiciera más cómodo.
Uno de los empleados de la casa subió mis maletas a la habitación que tenía designada, otra cosa que también hicieron por mi fue, hacer que me prepararan comida, pues estaba un poco hambrienta, pues gracias al viaje y a los nervios no había comido casi nada.
Como toda persona de dinero, tenía su chef personal, un hombre muy bien parecido (todos los hombres que trabajan para él, son hermosos, Dios), quien me hablo en inglés, Ian me comento que él no sabía nada de español, pues toda su vida se a manejado en este país, pero como reitero yo no tenía ningún tipo de problemas con el idioma, no vi problema de comunicación.
-Hello, you must be Veronica, I’m Brad, Mr. Jhon Sine's personal chef, but I’m at your service, if you’ve any culinary preferences, just let me know please. – habló el chef Brad.
-Yes, I’m Veronica, if you want you can tell me Vero, thank you very much, but I’ll be happy with what you prepare. – contesté.
Luego de nuestra breve conversación, yo esperé que me diera lo que había preparado, gustosa comí cada uno de los bocaditos, que para ser sinceros estaban para chuparse los dedos. Aunque aun no he visto al señor Sine, me imagino que pronto será la ocasión de verlo frente a frente.
Ian me dijo que el señor Jhon tuvo que viajar a un condado cercano para poder terminar con una negociación, pero que en unas horas estaría en casa, que igual había dispuesto todo para que fuera recibida de la mejor manera.
La mamá de Ian me presento a una de las chicas de servicio, me dijo que ella era la encargada de las habitaciones, así que si necesitaba algo, se lo pidiera a la joven en el caso de que ella no se encuentre cerca, Olivia se llama la joven, una joven muy agradable, conversamos un poco, realmente necesito una amiga en este lugar, ella por su parte se mostro muy amena conmigo, me dijo que estaba por cumplir los 28 años de edad, y que se encontraba muy enamorada, además que su novio también laboraba en la casa, se encargaba de los jardines, pero en sí era el que estaba a cargo de uno de los ranchos que tiene la familia Sine, y que es justamente donde viven los padres del Señor Jhon.
Le pregunte si sabía la razón por la que yo estaba en esa casa, y me dijo que no, pero que tampoco era algo que ella debía saber, pues si el jefe no lo había comunicado era por alguna razón, que el solo se limitó a decir que pronto vendría por un tiempo más o menos largo alguien especial y que debíamos tratarla muy bien, la verdad que al saber que era una mujer si se sorprendieron, pues nunca además de la mamá había estado en esta casa, que relativamente es nueva, pues tiene apenas un año viviendo aquí.
También, me mostró una fotografía en donde sale el jefe junto con todos los empleados en las festividades navideñas, pues es de las personas que les gusta compartir con las personas que laboran para él, y de verdad que la cámara lo ama, es definitivamente un hombre hermoso, de buen porte, como se diría en mi tierra natal “todo un papasito”, Olivia empieza a reírse de verme anonadada cuando veo al jefe, y saber que me debo acostumbra a verlo muy seguido, pues viviremos en la misma casa, y él seguirá de cerca todo lo que tiene que ver con el embarazo, me dan nervios, no he sido mujer de andar con uno y con otro, pero definitivamente este si está como para perder la cordura, todo lo tiene en perfecto estado, y eso que esta con una ropa que a simple vista no deja ver los atributos especiales que tiene, pero realmente los que se aprecian denotan lo guapo que es, solo imaginarlo en un pantalón de baño, hace que la boca se me vuelva agua, y eso que aun no estoy embarazada y ya las hormonas me están jugando una mala pasado, pero lo peor del caso es que aun no me he entrevistado con él, y estoy así, solo espero que las piernas no me lleguen a fallar cuando me tenga que parar a su lado, o mantener la mirada en algo que me quiera decir.