CAPÍTULO CATORCE
Ralph y Oliver avanzaban por la calle que era, a la vez, conocida y desconocida, con edificios más bajos y ni un solo rascacielos que tapara el horizonte. Coches antiguos y extraños pasaban por delante de ellos, los hombres de dentro llevaban sombreros de fieltro. Muchos de los terrenos aún no se habían urbanizado, aunque en la época de Oliver aquí había almacenes y edificios de apartamentos. Pasaron por delante de una escuela en la que los niños llevaban ropa gris pasada de moda jugando con aros de madera. A Oliver todo esto se le hacía extraño e inquietante. Todavía no podía creer que estaba en 1944.
Llegaron a un viejo letrero entre dos almacenes, Ralph se detuvo y, a continuación, señaló hacia arriba. Oliver se acercó a su lado y alzó la vista. El letrero estaba hech
