CAPÍTULO DOCE Cuando Oliver abrió los ojos, descubrió que estaba en la misma habitación que había estado antes. Solo que ahora el remolino lila había desaparecido. Igual que habían desaparecido también Lucas y los guardias de seguridad. En su lugar, de dentro de la máquina del tiempo, salía un remolino de humo. Un segundo más tarde, hubo una enorme explosión. Unas luces parpadearon. Un humo n***o se infló hacia arriba. La fuerza tiró a Oliver hacia atrás. Se dio un fuerte golpe en la pared y la cabeza le daba vueltas por el impacto. Las estrellas le taparon la visión y el humo lo dejó a ciegas. Pero cuando el humo se despejó, Oliver vio la destrucción que tenía delante. La máquina del tiempo había desaparecido. No estaba solo rota, sino completamente destruida, como si no hubiera existi