31. El ataque: Chiara no tenía experiencia, pero su cuerpo reaccionaba a las caricias de Enrico, sentía que su intimidad se humedecía, se calentaba. Renato nunca la había besado así. No era propio de Enrico insistir en hablar con sus abuelos. Enrico le parecía un hombre guapo, educado, su perfume embriagador. Pero todo lo que había visto de él en los medios le causaba miedo, temía que fuera una aventura más en su vida. Pero ella resolvería esto de una vez por todas, y sería la próxima vez que se encontrara con Renato. Si él decía que aún no era el momento de hablar con Afonso, ella pondría fin a su relación. Cuando Renato acudió a ella ya era viernes, no había respondido a ninguno de sus mensajes. Quedaron en hablar el sábado después de que ella saliera del trabajo. Ella tenía una