34. El compromiso:
Enrico para ser un hombre que no quería casarse estaba bastante emocionado, y ni siquiera podía explicar por qué. Se encontró pensando varias veces en las palabras del señor Afonso sobre amar a Chiara.
Pasó el lunes ansioso, apenas capaz de concentrarse en su trabajo.
El martes sólo trabajó hasta la hora de comer.
El martes, Chiara se ausentó del trabajo para preparar la cena.
Antonietta arrastró una vez más a su nieta al centro comercial para comprar un vestido para la ocasión. Esta vez las acompañaría Luzia.
El nerviosismo se apoderó de Chiara, que deseaba amar a Enrico como amaba a Renato. Deseaba que todo lo relacionado con Renato fuera mentira y que él no hubiera intentado abusar de ella.
En el centro comercial las dos señoras estaban empeñadas en encontrar e
