En la mañana siguiente todos se prepararon para el viaje rumbo al palacio Moonlight. Este no sería tan largo, les tomaría solo medio día llegar a las afueras de la ciudad en un pequeño pueblo bastante agradable y tranquilo llamado Tarryn. Esta vez los tres reyes junto con Annia iban en una carroza, ya que en la ocasión anterior el rey Bastian deseaba apartar a la luna de ellos porque no podía esperarse para comentarle todo lo que había descubierto en su viaje mientras ellos navegaban por mar rumbo a Elwen. Durante el viaje, hicieron dos paradas, en donde descansaban para comer, estirar sus piernas y hacer sus necesidades básicas porque era imposible tener un viaje sin ninguna escala. En todo ese tiempo, Annia hablaba poco, y desde hace mucho había dejado de sonreír, incluso cuando estaban