Capítulo 38. La luna calma su bestia y a ella misma

1627 Words

«Dos reyes se postraron ante Annia llamándola reina…» piensa la directora recordando que una luna, aunque estuviera casada con un rey jamás era considerada reina, porque muchos ni siquiera las consideraban humanas, sin embargo, en esta ocasión aquellos singulares reyes la llamaron “reina”. A la directora Alis le parecía tan extraño que sintió la necesidad de pretender tocar a Annia para ver su futuro próximo, pero al mismo tiempo le aterraba hacerlo, porque no quería saber lo que se iba a encontrar si hurgaba en su futuro. La directora no deseaba enterarse de algo doloroso o terrible, o en el peor de los casos, ver la misma muerte de Annia. Por otra parte, cuando Annia dejó de usar su poder, se tambaleó un poco sintiéndose débil al punto que sus piernas comenzaron a flaquear. No sabía por

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD