Ese mismo día, pero en horas de la noche, todos se habían ido a sus respectivos aposentos para descansar, a diferencia de Nilo que durmió afuera convertido en bestia ancestral. Annia deseó que el joven felino durmiera dentro de la cabaña en una de las recámaras, pero el rey Serkan se lo impidió alegando que no confiaba en él. Por lo tanto, si Nilo se iba a quedar viviendo con ellos le iba a construir un pequeño lugar afuera de su nuevo hogar, sumando el hecho que los linces se caracterizaban por ser astutos así que, gracias a la reputación de sus ancestros, a Serkan le iba a costar ver con buenos ojos al lince. Annia aceptó la decisión de Serkan sin demasiados peros ya que, como todas las lunas, Annia no estaba acostumbrada a discutir o a renegar, ya que su crianza se basó principalmente e
