—¿Y Nati dónde está?
—Ay amigo, se fue al baño cuando vio que Fabiola te estaba besando y se fue llorando.
—Voy a por ella, me cuidan de que no me cachen.
—¿A dónde crees que vas Pablo? Deja le enseño el vídeo.
—¿Ahora qué hago?
—Deja que vaya Karen al baño y que le enseñe el vídeo
—Ok
—Sí, hombre, esperaré ya que lo vea va a salir del baño.
—Ok, está bien chicos.
—Gracias Patricio e Isaac, ahorita regreso chicos voy a por Nati.
Entró Karen al baño y nosotras pensamos que iba a ser Pablo.
—Chicas, tengo un vídeo que grabé y está que se van a morir, ¿lo quieren ver?
—Nosotras sí, ¿y tú, Nati?
—Sí, quiero saber si ya lo perdí para siempre.
—Yo que tú veo el vídeo, se van a quedar con la boca abierta. Aquí está el vídeo.
Las tres vieron y escucharon todo lo que le decía Pablo a Fabiola, al ver Nati el vídeo salió corriendo del baño.
En eso siento que alguien me toma del brazo, iba a decir algo, pero no puedo porque siento unos labios que me estaban besando y eran de Pablo y ese beso fue correspondido.
Cuando la estaba besando se escuchaba la campaña de receso y nos fuimos al salón.
Vimos cómo Fabiola se nos quedó mirando muy enojada a Pablo y a mí.
Yo en todas las clases no deje de pensar en el beso que me dio Pablo, se oyó el timbre de final de clase y me voy.
—Ustedes saben por qué me voy rápido.
—Ok, pero deja que te acompaño a la salida.
—Gracias Pablo.
Al ver mi papá que uno de los amigos me acompañó hasta el carro.
—Adiós Pablo, hasta al rato
—Adiós Nati.
—Hola papá.
—Hola pequeña, ¿cómo te fue en la escuela?
— Magnífico papá.
—Y se puede saber por qué hija, si me quieres decir.
—El chico que me acompañó se llama Pablo Fernández Cruz, en la hora del recreo se acercó Fabiola con sus dos amigas y ella sabe lo que siente Pablo hacía a mí, al igual que yo de él y se atrevió a besarlo. Yo me fui corriendo al baño a llorar, al rato entró Karen y me enseñó un vídeo de como Pablo le ponía un alto, salí corriendo y en eso sentí que alguien me tomó del brazo e iba a decir algo, pero no pude porque en ese momento me dieron un beso en la boca; era Pablo me estaba besando, a mí no me importó que estuvieran todos en la escuela mirándonos por eso estoy feliz.
Tuve que frenar rápido por lo que escuche y volteé, le dije a Natalia:
—Dime que no le correspondiste el beso.
—Ay papá, si te dijera que sí fue correspondido, antes de que me digas algo papá ya casi cumplo los diecisiete años, además ya estoy lo suficiente grande para tener novio, tú y mi mamá se conocieron casi a la edad que voy a cumplir y al poco tiempo salió embarazada de mí, pero como me gustaría tener un hermanito para no sentirme tan sola cuando sale mi mamá en las noches.
—Apoco tu mamá sale en la noche.
—Sí, papá, llega en la madrugada, ¿y tú qué piensas de eso?
—Pues está bien que salga, tiene todo su derecho de salir, por cierto si llegara a pasar de que Pablo y tú se hacen novios quiero saberlo para hablar con él de hombre a hombre y nada de peros.
—Ok papá, pero no seas tan celoso.
En todo el camino veo que mi papá estaba algo pensativo.
—No — me quedé algo preocupado, pero lo que no sabe es que pronto le vamos a dar un hermanito y su mamá se ve conmigo, por eso llega en la madrugada, pero creo que ya sospecha algo.
Nos bagamos y no me quise quedar callada y digo:
—Papá, ¿por qué en todo el camino te quedaste callado como si estuvieras escondiendo algo?
—Pues hay cosas que no te podemos decir tu mamá y yo, no te queremos decir nada hasta estar bien seguros los dos.
—Ahora entiendo todo, ok papá.
—Bueno, hoy te voy a enseñar cómo dar golpes y lo vas a hacer conmigo hasta las cuatro.
Estuve dando golpes como me iba diciendo mi papá. Estaba mejorando, pues en cada golpe notaba la fuerza que tenía.
Pero en uno de los golpes que doy veo en mi mente a la niña que se llevaron, escuché una voz llamándola por su nombre, en eso me puse algo triste de saber que tenía una mamá.
En eso noté que algo andaba mal, así que le dije:
— Hija, quítate los guantes, ya falta media hora para irnos y no quiero llegar tarde.
—Sí, papá — Y me los quito cuando di el último golpe— vi a la niña que su mamá la llamaba por su nombre.
—Hija, ¿y como se llamaba?
—Ana Sofía papá.
Yo al ver que estaba recordando algo le dije.
— Fue todo lo que viste de Ana.
—Sí, papá, ahora entiendo te diste cuenta por mi cara.
—Sí, bueno, vamos al carro para llevarte a la casa.
—Antes de que te bajes, hija, le dices a tu mamá que vaya a mi casa cuando tú salgas.
—Sí, papá, yo le dije— y entré a la casa, subí la escalera hacia mi cuarto a bañarme para poner la ropa; una vez lista bajó a comer con mi mamá.
Escuche la puerta, supe que era Nati la dejé que bajara, sabía que no iba a tardar nada
—Hola mamá.
—Hola hija, ¿cómo te fue?
—Bien mamá. Ah, por cierto dijo mi papá que cuando yo me fuera que vayas a su casa no me dijo para qué es.
—Ok hija, ¿y como a qué hora te vas a ir?
—A las seis o eso creo yo mamá.
—Bueno, yo le digo que voy a ir a las siete
—Está bien mamá, me voy a la sala a ver la tele mientras que me voy.