El día sábado 10 de Agosto nos casamos con Tomás, fue el día más triste de mi vida. En una ceremonia íntima unimos nuestras vidas antes Dios y el Estado. Por supuesto Catalina no asistió, ella aún seguía dolida por la decisión que tomé y no había tenido oportunidad de contarle lo que realmente pasaba, su ausencia fue la que más me pesó. Tomás decidió posponer la luna de miel para un par de meses después con la excusa que no podía ausentarse del trabajo en estás fechas. Agradecí su decisión ya que lo último que deseaba era tener un viaje con él. Ni hoy ni nunca.
Mis padres me besaron en la frente y me dejaron en el auto de Tomás para comenzar una nueva vida en el departamento de él. Se que me querían decir miles de cosas pero no fueron capaces, prefirieron callar.
…¿Qué se suponía que
