Encuentro con el Destino: La Fuerza Interior Despierta

1460 Words
*Bela* El dolor de mi pecho seguía presente, cada respiración era una tortura y podía sentir el palpitar de mi corazón débil y lento, pero seguía con vida ¿cierto?... trataba de saber que pasaba, intentaba contactar con Astrid, ella era mi mayor consuelo cada vez que esta oscuridad me invadía, cada vez que estaba a punto de darme por vencida ella aparecía dándome ánimo y fuerza para volver a levantarme, pero esta vez solo hubo silencio Quería abrir los ojos, pero mis parpados pesaban una tonelada. Mi cuerpo entero gritaba de dolor, sabía que se debía a la ruptura de mi vínculo con los trillizos. Estuve en la oscuridad por mucho tiempo, ni siquiera supe por cuanto tiempo estuve ausente, pero de algo estaba segura… Astrid estaba muy débil, no podía conectarme con ella, pero podía sentir su dolor Al despertar estaba sola en la habitación, pero el aroma de almizcle perseveraba en el lugar, ellos estuvieron aquí ¿por qué?, sólo podía recordar las palabras de Deacon “Vete de aquí Bela, desaparece o morirás”, un escalofrió me recorrió la piel. Ellos no serían capaces de matarme ¿o sí?, en este punto no sé de que son capaces y de que no. Trate de moverme, pero mi cuerpo era como un enorme bloque de acero que no se movía. Tuve que hacer uso de todas mis fuerzas para lograr levantarme de la cama, en ese momento todos estaban dormido, o al menos eso creía. Necesitaba salir de ahí, escapar de la manada era lo que más deseaba. Salí de la casa muy despacio para no despertar a nadie, necesitaba sentir el aire fresco en mi piel y el frio de la noche me devolvía un poco de la vida que sentí se me iba cada vez más. Caminé bajo la luna durante un rato, adentrándome en el bosque esperando no toparme con nadie, deseaba estar sola en este momento, al final encontré el claro de agua en el que vi a Astrid por primera y única vez, decidí quedarme en ese lugar un rato y aferrarme a esos recuerdos hermosos Después de un rato escuché un ruido que me sobresalto, en un principio pensé que podía ser algún m*****o de la manada, pero no percibí ningún aroma “es porque Astrid está muy débil” pensé para mi misma. El ruido se acercaba un poco más cada vez y entonces lo vi, un pequeño zorro de nieve, su pelaje blanco era hermoso y parecía un pequeño cachorro El pequeño animal era de apenas unos 30 centímetros de alto, me pareció tan dulce ― Eres muy hermoso, ¿acaso estás perdido? Nunca había visto uno como tu por aquí ― le dije al animal como si fuera capaz de entenderme o contestarme ― Gracias por el cumplido, y la verdad es que este bosque pertenecía a mis ancestros antes de que ustedes llegaran ― Una voz calmada y suave se escuchó ― Debo estar delirando, juraría que contestaste a lo que dije… Vamos Bela perder la cordura en este momento no es lo que necesitamos ― hablaba conmigo misma ― ¿cordura? ― volvió a decir esa voz y esta vez estaba bastante segura de que provenía de aquel zorro ― Tu… tu realmente ― traté de respirar y calmarme ― ¿estás hablando conmigo? ― ― Si, ¿acaso los lobos no hablan? ― dijo la criaturita sentada frente a mi y yo no podía creerlo ― Es solo que… nunca pensé que tu pudieras hablarme ― ― No debería hacerlo, está prohibido que los Kitzunes hablemos con cualquier otra especie ― ― Y entonces ¿por qué me estás hablando? ― pregunté ― Sólo hablamos con alguien cuando vamos a alimentarnos ― el pequeño zorro mostro los colmillos, lo que solo lo hizo verse adorable ― ¿Alimentarte? ― no pude evitar sonreír al ver los pequeños y dulces colmillos del cachorro que tenía enfrente ― dices que ¿vas a comerme? ― ― Justamente eso estoy diciendo ― contestó el zorro al tiempo que se envolvía en fuego y comenzaba a crecer, su color cambio de blanco a amarillo con franjas rojas y su tamaño se volvió casi del doble de mi altura Estaba en shock, sentía un frio que recorrer mi cuerpo, esta criatura podría comerme sin problemas y ni siquiera lo vi venir, ¿asi era como iba a morir? El zorro agacho su hocico hasta la cara de Bela y mostro los colmillos, que pasaron de ser adorables a ser completamente intimidantes ― Dime pequeña loba, ¿crees que no puedo comerte ahora? ― ― Yo… yo… ― tartamudee, era evidente que está bestia podía comerse a cualquiera de los omegas de la manada, el miedo me tenia paralizada y no sabía si correr, era claro que podría alcanzarme y gritar tampoco era una opción Conforme el zorro abrió el hocico, cerré los ojos y comencé a aceptar mi muerte, hasta que escuché una risa profunda y abrí los ojos ― Tu… ¿estás riéndote de mí? ― ese animalejo estaba retorciéndose sobre la hierba, carcajeándose de mí ― No podría comerme algo tan feo como tu ― se burló el animal No sabía que sentir al respecto, estaba tan aliviada de que no moriría hoy, pero también estaba molesta ― Deja de burlarte de mí, esto no es divertido ― espeté ― Claro que lo es, parecías muy asustada de un pobre Kitzune que solo consume plantas ― siguió riendo ― No hubiera estado tan asustada si no te hubieras convertido en un monstruo de doble de mi tamaño ― El zorro se detuvo a mirarla aun conteniendo la risa ― Bien, eso fue un poco extremo, pero no es usual encontrar alguien con quien hablar por aquí ― ― ¿Qué? Creí que solías hablar con tu comida ― me crucé de brazos, este animalejo se burlaba de mí y no parecía importarle nada ― Tu pequeña loba eres la primera con la que he hablado en mucho tiempo, no pensé que pudieras escucharme cuando hablé, también fue una sorpresa para mi ― ― ¿Y decidiste que debías darme un susto de muerte? ― suspire ― ahora veo porque no tienes con quién hablar ― ― Claro que tengo con quién hablar ― el zorro parecía ofendido ― pero él no es tan divertido y odia las bromas ― ― ¿Él? ― pregunté ― ¿te refieres a otros zorros? ― ― No soy un zorro ― ahora parecía realmente ofendido ― Ya te lo dije, soy un Kitzune y mi nombre es Nobu ― Me quedé pensando por un momento mirándolo ― Mi nombre es Bela ― dije finalmente ― Es un gusto conocerte Bela, ahora deberías volver, me parece que tu manada te está buscando ― seguido de esto volvió a su tamaño pequeño y se escabulló entre los arbustos Volví a la casa de la manada, y tal como Nobu había dicho ya me estaban buscando. Luna Ivy estaba molesta preguntándole a los guardias como fue que se quedaron dormidos, mientras el Alfa trataba de calmarla ― Ya estoy de vuelta ― dije con voz baja, sabía que estarían molestos ― Bela ― Luna se acercó y me inspecciono de arriba abajo ― ¿Te encuentras bien? ― ― Si, yo salí por un poco de aire, es todo ― conteste tímidamente ― ¿Por qué no dijiste nada? Pudo haberte pasado algo, no deberías salir sola por la noche y menos al bosque ― ― Estoy bien Luna, lamento haberte preocupado ― ― Ven, debemos entrar ― dijo Alfa llevándonos dentro ― Dime, ¿dejaste salir a tu lobo? ¿alguien te vio? ― siguió preguntando Luna Ivy ― ¿Qué? No, sólo camine no me transforme ― no podía decirle que Astrid estaba tan débil que ni siquiera podía comunicarme con ella ― Bien, no debes transformarte por un tiempo ― dijo Luna mirándome con preocupación ― hasta no saber que dones has heredado de tu padre no podemos exponerte ― No entendí de donde surgía esa angustia que veía en los ojos de Luna, pero entendí que ella quería protegerme, tal como Astrid dijo “somos especiales”. Yo sé muy poco del color de cada lobo, pero no había escuchado de otros lobos dorados, además del Rey Lycan ― Está bien Luna, no lo haré ― Ella me dio un abrazo gentil y me acompaño a mi habitación nuevamente, al pasar frente a las habitaciones de los trillizos pude sentir su aroma, no tan intenso como antes y no pude evitar preguntarme ¿será por la debilidad de Astrid? O quizás ¿será por la ruptura del vínculo?
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