Sombras de Fuego y Destino

Decisiones bajo la Luna

Esa noche pensé en muchas cosas, no sabía cómo continuar, quería alejarme de la manada sin mirar atrás, pero sabía que tenía alguien que se preocupaba por mí, quizás una sola persona que me quisiera era suficiente para quedarme. No podía decidirlo, no podía simplemente quedarme y olvidarlo todo, sé que Alessandra no me lo permitiría y no sé si seré capaz de soportar más de ella

Esa noche me quede dormida esperando poder contactar en algún momento con Astrid nuevamente, cosa que no pasó. Y realmente la necesitaba en ese momento, no podía seguir sin ella en mi vida, era la única amiga que había tenido en toda mi vida.

Al día siguiente me desperté bastante tarde, me di cuenta de que el olor a almizcle seguía presente en la habitación ― No entiendo como persiste tanto ― dije finalmente

Me vestí rápidamente y bajé en busca de comida, para mi mala suerte lo primero que encontré al bajar a la cocina fue a Alessandra sobre Aaron “mi pareja”, no pude evitar el sentimiento de rabia que me invadió, pero hice mi mejor esfuerzo por pasar de largo sin prestarles atención.

Llegué a la cocina dónde el almuerzo estaba siendo preparado por varios omegas, claro ya es casi medio día ― Hola Omega Darla ― dije a la jefa de cocineros

― Hola querida, me alegra ver que estás bien. Ayer causaste todo un alboroto con ese desmayo ― Darla me tomo las mejillas como si fuera un infante, veo que nadie sabe sobre el rechazó de los trillizos y eso me calma

― Lo lamento, no volverá a pasar ―

― Espero que no, Luna ha estado muy preocupada por ti estos días. Ven te daré algo para comer ― me llevo de la mano a la mesa de la cocina y me sirvió frutas con un gran omelette y salchichas, ella siempre era tan amable

En la cocina había otros omegas que trabajan para la familia Alfa, aquí todos percibían un p**o justo por sus trabajos además de que muchos vivían aquí. Era una gran manada, pero siempre hubo quienes se sentían con el poder de humillar a otros

Alessandra entró a la cocina ― ¿Ya está listo mi té? ― preguntó con desdén mientras arreglaba su labial, claro lo dejó todo en la cara de mi pareja

Traté de no mirarla, no quería su atención en este momento, pero insisto, soy una persona desafortunada

― Bela, escuché que tu pareja te rechazo, lamento tanto eso ― dijo en voz alta con sarcasmo ― ¿Crees que estuviera enamorado de alguien más? ― preguntó

Todos se giraron para mirarme, y solo podía sentir vergüenza. Los hombres lobo no rechazaban a sus parejas, pero yo no era digna de ellos

― ¿Eso es cierto niña? ― me preguntó Darla preocupada

― No es nada, nosotros no éramos compatibles ― traté de darle la menor importancia posible, pero el rostro de los presentes estaba lleno de lastima

― Que dices, pero si la misma diosa Luna los destino, la compatibilidad no es un problema. Quizás él tenía a alguien mejor ― Alessandra tomo el té que le dio Darla y salió pavoneándose

¿Cómo se enteró? ¿Nos vio? O acaso ¿Aaron se lo contó? No importa cómo pasó, ahora ya lo sabían y yo estaba llena de vergüenza. Al menos no dijo que mi pareja eran los trillizos y futuros alfas, supongo que eso es algo que no le conviene que se haga de dominio publico si es que quiere convertirse en Luna

Agradecí a Darla por la comida y salí de la cocina con la mirada en el suelo, no podía seguir ahí soportando la mirada de las personas. Salí de la casa y camine hacía el bosque cuando me tope con Darion

― Me enteré de tu escapada nocturna, ¿planeas irte de nuevo? ― me preguntó y yo temblé al escucharlo detrás de mí, tan cerca que podía sentir el calor que irradiaba

― Yo… necesito caminar ― dije con la voz baja y la mirada en el suelo

― No deberías caminar sola por el bosque, si ni siquiera eres capaz de defenderte de un ataque ― la voz de Darion sonaba tan furiosa

Tome respiraciones profundas que me permitieran mantener la calma cerca de él. Aún podía sentir el vinculo que nos une, pero era tan débil ― ¿Cuándo vas a aceptar el rechazo? ― preguntó él como si no fuera nada

― Yo, no sabía que tenía que hacerlo ―

― Entonces eres más tonta de lo que pensé, si hubieras aceptado el rechazo en el mismo momento tu dolor hubiera disminuido. Así que hazlo lo antes posible para que todos nos libremos de esto ― él seguía tan cerca que podía sentir su pecho vibrar mientras hablaba, pero cada palabra iba cargada de odio

Me estaba exigiendo aceptar el rechazo, ¿Qué le importaba si yo sufría o no? Nunca le importó antes ― ¿Qué pasa si no lo hago? ― pregunté, ¿quizás ellos no podrían tener otra pareja?

Él me sujeto del brazo y me dio la vuelta bruscamente, hicimos contacto visual y pude ver la furia en su mirada ― No me provoques ― dijo con la mandíbula apretada

Le sostuve la mirada, no sé de dónde saqué el valor para ello, pero lo hice ― ¿O qué? ― yo también estaba furiosa, él no podía exigirme eso

― O te obligaré a aceptarlo ― él acarició mi rostro suavemente, las chispas aparecieron con cada paso de su piel contra la mía, supe que él también lo sintió ― ¿Sabes lo que le pasa a una loba si su pareja se aparea con otra? ― me preguntó

Abrí los ojos y supe que no estaba bromeando conmigo, él estaba pensando estar con otra mujer mientras nuestro vinculo seguía ahí… Eso… me mataría

― Veo que lo sabes… Es mejor que aceptes el rechazo lo antes posible, porque tengo planeado salir esta noche ― sonrió al decir esto y se fue

Me quedé helada, él no sería capaz de eso… Eso sería lo más cruel que pudieran hacer, y entonces las palabras de Deacon siguieron repitiéndose en mi cabeza “Vete de aquí Bela, desaparece o morirás”

No podía quedarme ahí, corrí hasta lo profundo del bosque, en aquel claro que me hacía recordar a Astrid. Era el único lugar dónde me sentía a salvo. Me senté y me rompí de nuevo, no pude evitar llorar y sentirme miserable. Debía aceptar el rechazo de los trillizos, pero eso me hacia sentir peor que una perdedora

― ¿Qué haces aquí de nuevo? ― esa voz me sacó de mi burbuja

Levante la mirada y lo vi, pequeño y tierno como la primera vez ― Nobu ―

― ¿Todos los lobos lloran tanto como tú? ― me pregunto mientras se acercaba más y se sentaba a un lado mío

― No deberían, pero algunos lo hacen ―

― ¿Por qué sigues llorando aquí cachorra? ―

Verlo así de pequeño junto a mí y llamándome cachorra me dio gracia, esboce una pequeña sonrisa

― Te parezco gracioso? ― me dijo con un poco de molestia

― Es solo que, tu pareces más un cachorro que yo ―

― En eso te equivocas, tengo bastantes más años que tú… pero aún no me contestas, ¿por qué vienes aquí a llorar? ―

― Este lugar es dónde tengo buenos recuerdos, aquí vi por primera vez a mi loba ―

― A si, esa loba dorada de la otra noche ― dijo él sorprendiéndome ― pero eso no tiene tanto tiempo, fue la primera vez que te vi aquí… ―

― Es el recuerdo más feliz que tengo, el resto se han ido borrando poco a poco… ya sabes, con el tiempo ―

― Entonces deberías crear más de esos recuerdos felices ―

― Eso es lo que quiero Nobu… ― por alguna razón sentí que podía contarle a Nobu lo que estaba pasando, es decir, normalmente lo hablaría con Astrid, pero ella no estaba. Pasé mucho tiempo hablando con Nobu, le conté todo sobre los trillizos y sobre Alessandra incluso le conté sobre mi indecisión de irme o quedarme

― ¿Te quedarías solo por esa Luna? ― me preguntó él

― Ella es realmente amable y no me gustaría lastimarla o preocuparla, ayer que salí sin decírselo estaba realmente preocupada y no me sentí bien con eso ―

― Pero ¿Cuánto tiempo podrá protegerte?, por lo que entiendo de sus leyes y vínculos, tus parejas pueden matarte si no aceptas el rechazo, y si lo aceptas ellos podrán tener una nueva pareja que al final podría ser esa loba Alessandra. ¿Qué beneficio tiene quedarte? ―