Me detuve frente a la puerta de la casa sosteniendo la botella de ron frente a mis ojos, para después llevarla hasta mis labios y dar otro largo sorbo, permitiéndole a la sustancia quemar mi garganta. No había tomado mucho, quizás solo había sido la mitad del contenido que traía la botella, pero ya con ello comenzaba a ver extrañas figuras volar a mí alrededor, en un notorio estado de ebriedad. Coloqué la botella al lado de la puerta y saqué mi teléfono, tenía muchas llamadas perdidas de Thiara, de Gael, y al menos cinco mensajes de Lizzy. Entrecerré los ojos ante el resplandor que me ofrecía la pantalla, mientras me sentaba y apoyaba la espalda contra la puerta; busqué el número de Thiara entre los contactos y después le di llamar. Cerré los ojos e inhalé en un par de ocasiones, tratan