—Sé que te dije que iríamos a un restaurante, pero por ahora debemos mantener lo nuestro en secreto, por lo que comeremos aquí, aunque prometo que mantenernos así no será para siempre. Dijo cuando nos detuvimos como una especie de almacén y nos quitamos los cascos con delicadeza, el almacén se veía antiguo, pero en buen estado. —¿Es tuyo? —pregunte mientras me acercaba con curiosidad. —Si, mi madre lo compro hace tiempo para mí cuando se enteró que me encanta esculpir, cuando terminó una obra, la traigo aquí, poco a poco lo he ido acomodando para que sea una galería, pero no me he atrevido a mostrárselo al mundo. —¿Cómo se enteró? —Entro a mi taller sin mi consentimiento, era una madre preocupada por la vida social de su hijo, así que cuando vio mi talento, todo sus dinero lo invirti