—Buen día. —Saludo a Ross en lo que llega a la cocina. Este estaba sin camisa y con un mono de dormir. Hoy me levanté temprano para hacer el desayuno, quiero aportar en casa. —Buen día, Star —suena tranquilo. —¿A que hora llegaste? Rocky me dijo que estabas de guardia. —Tal vez hace dos horas o tres —bosteza sin recordar y se sienta al frente de mi para verme cocinar. —¿Y que haces aquí? Sigue descansando. —Es que me despertó el olor. —Hace una mueca tocándose el estómago—. Huele delicioso y me dio hambre, gracias. —Me sonríe. —Solo quiero ayudar, sabía que llegarías cansado, ¿Alguna novedad? Me ve confundido y a la vez ligeramente sorprendido. —¿Sobre que? —Pues sobre los del norte, mi padre los tiene a todos vigilando. —Estuvo tranquilo, pero nunca está demás bajar la guardi