Se encontraban hablando Natalia y Coraline caminando por el estacionamiento de la escuela, alrededor del escándalo de mezclas entre voces, ruido de carros y demás, mientras hablan de la escuela entre otras cosas de que han conocido universidades, pero Coraline de hecho no piensa en alejarse mucho de Caxza, esta aun mirando opciones, pero decide no decir nada de sus planes, solo escucha a sus amigas y sus planes, en eso que van las dos una joven se acerca a ellas muy amigable, que saluda a ambas.
—Nancy hola. —saluda Coraline.
—¿Te encuentras bien? —pregunta Natalia al ver que se encuentra algo emocionada de decir algo.
—Recuerdan la fiesta de la vez pasada en casa de Tania. —dice Nancy.
A lo que las dos asisten, sabían bien sobre aquella fiesta y lo alocado que fue eso.
—Si eso fue el año pasado Nancy, cuando de repente llegaron sus padres al ver a la policía fuera de su casa por el escándalo, es por lo que le prohibieron hacer otra. —comenta Coraline.
A lo que responde la chica llamada Nancy.
—Si lo sé, pero escuche piensa hacer la fiesta al norte del bosque de Caxza.
—En el bosque. —dice Natalia.
Pero ambas ven que Nancy asiente afirmando, a lo que enseguida ella se despide a solo decir a la hora que comenzara, Natalia y Coraline se miran, saben muy bien que las fiestas que realiza y presenta Tania son escandalosas, locas y no solo eso, cualquier persona va a la fiesta, al darse cuenta que sería eso de las siete por el viernes, a lo que ambas se miran imaginando que será tremendamente una fiesta, que durará toda la noche.
—Piensas ir. —le dice Natalia.
—No sé y ¿Tu? Nati.
—Tampoco, porque llevare al mecánico mi auto y no tendré auto por unos días.
Asiente Coraline, Natalia se lo había comentado antes, en eso escuchan ambas el escándalo que viene a ellas, al ser que son Berenice y Mónica.
—Natalia, Coraline irán a la fiesta de Tania. —dijo Berenice.
—No. —responden ambas.
—Chicas es la última fiesta antes de la graduación en la que estaremos juntas, anda vengan hay que divertirse. —dice Mónica.
—Moni no iré, ya te disté cuenta es en el bosque. —le dice Natalia.
—Pero iremos en el yugo ¿Cuál es el problema? —pregunta Mónica.
—Es que iré al mecánico a que lo revise. —contesta Natalia.
—Enserio no puede ser otro día. —dice Mónica.
Coraline mira como niega Natalia al mover la cabeza, mientras las pelinegras insisten en convencer a Natalia, al ser que ella simplemente dice:
—No.
—Solo vamos a divertirnos una última vez. —dice Berenice.
Decide despedirse de las dos pelinegras a lo que también lo hace Coraline, en cambio Mónica y Berenice dicen que deben ir a la biblioteca, a lo que Coraline y Natalia solo suben al yugo.
—No piensas en ir. —dice Coraline.
—No, debo antes ocuparme de cosas, pero si decido ir irías conmigo aun sin auto.
—Claro, aparte conozco un atajo, no tardaríamos en llegar al bosque.
—A sí, no sabía que lo hubiera Coraline.
Es como ella comienza a hablarle que desde que llego a la casa de su tía Agatha, a veces salía sola a conocer, pero más que nada por casualidad encontró aquella vereda, a la que ella entro encontrándose en un inmenso bosque.
—Es uno de los bosques más grande de Caxza y antiguo. —dijo Natalia.
—Eso supe por un libro de la biblioteca y vi lo sorprendente de ese bosque.
—Solo demos una vuelta y volvemos temprano, quedándonos en tu casa.
—Si Nati.
Llega a casa, baja del auto y se despide de su amiga, entra a su casa.
—¡Tía ya llegué! —grita Coraline.
Ella se da cuenta que su tía no se encuentra en la casa, a lo que recuerda ella que su tía tuvo que salir deprisa fuera de Caxza, asegurando en no tardar demasiado, al ser que su primo ya había regresado a su propio departamento. Entonces Coraline disfrutaría la casa sola, haciendo lo que quisiera, cosa que no hacía mucho, se mantenía en su habitación haciendo tareas, dormir, de repente para después bajar a la cocina a prepararse algo que comer, buscando en el refri o en la despensa, en ocasiones cocinaba algo solo para ella, para solo volver al cuarto y comer ahí o a veces mirando tv, sentada al sillón, solo se mantenía, no tenía visitas, en cambio hablaba con sus amigas por videos llamadas, llamadas o mensajes para que después iba al trabajo para volver algo tarde a casa. Desde que su amiga Natalia ya no traía su automóvil entonces ambas ya no llegaban juntas, al ser que tomaban el bus, el cual las dejaba cerca del trabajo, solo debían caminar tres cuadras, solo una vez fue cuando se toparon y es como llegaron juntas.
—Bueno tía Agatha. —dice Coraline al responder el teléfono de casa.
—Coraline hola ¿Cómo estás? —pregunta tía Agatha en línea.
—Tía hola bien, ya te extraño.
—Yo igual, pero te hablo para decirte que llegare mañana.
A lo que Coraline no responde enseguida, piensa por un minuto al mirar el calendario que se encuentra colgando frente a ella, viendo los días.
—Coraline ¿Sucede algo? Si no me regreso hoy.
Al escuchar la voz de preocupación y susto de su tía su sobrina responde:
—No tía no es nada, suena bien tía nos vemos el mañana.
Las dos se despiden a lo que Coraline cuelga de la nada, sin entender porque fue que se preocupó, si era por su tía o por ella, algo que después ignoro, olvidándolo a lo que decide ir a su habitación, donde deja a un lado su mochila y se acuesta a la cama estirando sus brazos y cuerpo, emitiendo un sonido de relajación. En eso siente como vibra su móvil detrás de su bolsillo trasero, el cual contesta enseguida sin mirar quien era.
—Bueno.
—Hola Coraline soy Natalia, entonces vamos a la fiesta de Tania.
—Natalia es ¿Hoy? —pregunta Coraline.
—Si claro, entonces vamos.
—Lo siento lo olvide, claro después del trabajo.
—Si está bien y ya les avisé a Moni y a Bere, decidieron que todas nos veamos afuera de la pizzería.
—Ok debo irme.
—Ok te dejo, nos vemos en el trabajo.
Al colgar vuelve a acostar la cabeza.
—¡Rayos! —grita sola en su cuarto, al tener el antebrazo tapando sus ojos y después sobre su frente.
Coraline solo decidió levantarse para ir a su baño y tomar un relajante baño, eso la animaría mucho, se desvistió en ese momento, entrando al solo abrir la llave y sentir caer el agua, es como prosiguió hasta terminar de bañarse, después de eso se comenzó a vestir con el uniforme del trabajo que consistía en una pantalón n***o y una camisa roja, con el logo de la pizzería, a lo que guardo en su pequeña mochila, al haber elegido lo primero que vio en su closet, una blusa de manga corta gris, jeans, tenis y suéter, sabían que saliendo del trabajo se cambiaría la ropa en el baño.
Al tener todo listo solo salió y bajo por las escaleras con su mochila a la mano, dejándolo en su sillón y yendo a la cocina para comer algo, al abrir el refri descubre un poco de jamón, quesillo, aguacate y lechuga, a lo que decide hacerse un emparedado, el cual se hace al servirse algo de jugo de naranja y sentarse a mirar televisión, mientras se encuentra comiendo mirando una serie criminal muy entretenida. Termina su vaso de jugo al igual lo que se había preparado, mira la hora que le muestra el televisor, al ver que es hora de irse a lo que deja vaso y plato en el lavadero de la cocina, para volver a la sala, tomar su mochila y salir de la casa, donde va hacia la parada que se encuentra a pasos de ella, que llega y espera a que pase el autobús, que solo toma sentándose procurando sentarse a lado de una ventana, para mirar, ve a tantas personas subir y bajar del bus con niños, adultos mayores, señoras y jóvenes y afuera verlos caminar a diferentes direcciones yendo a sus trabajos, hogares o a algún restaurante, bar, etc. La última vez que subió al bus se encontró con su amiga Natalia o hay ocasiones que se encuentra con compañeros de la escuela, que solo se saludan y solo llega a eso, un saludo, hay veces que ha visto a Daniel, pero ahora debe levantarse está por llegar a su destino, para oprimir el botón para solo bajar del camión a lo que enseguida hace y baja, al darse cuenta que es algo alto el escalón a lo que decide saltar y camina directo a la pizzería, donde llega y ve a sus compañeras de trabajo, quienes la saludan.
En eso Coraline saluda a Natalia, a lo que comienzan a trabajar atendiendo algunas llamadas y a clientes, el tiempo se fue tranquilo, sin ninguna novedad, el trabajo se encontraba igual que siempre atendiendo y manteniendo las mesas listas. Al llegar la hora de su salida es como decide cambiarse de ropa, al entrar al baño y después salir vestida, solo debía esperar a su amiga Natalia, quien solo tardo muy poco en salir. En eso que se despiden y salen de la pizzería.
—Acaba de llamarme Berenice me dijo que conocieron a unos chicos quienes las llevaran hasta la fiesta y que, si pasaban por nosotras, pero le dije que no, que nosotras llegaríamos por nuestro lado.
—Y sabe ¿Quiénes son esos chicos? —pregunta Coraline.
—Unos muchachos que dijo Berenice que Mónica y ella conocieron fuera de la escuela, y que ellos también hablaron de la fiesta de Tania en el bosque, que igual irían y las invitaron a llevarlas, es mejor ya haya conocerlos no.
—Ok. —responde Coraline no muy convencida.
Mientras caminan por la calle a lo que nota Natalia que se están desviando el camino.
—Coraline a ¿Dónde vamos? —Pregunta su amiga, al ver que están caminado, dejado atrás las calles atrás y ser que Coraline la lleva ahora por un puente que siempre ha pasado, manejando su yugo.
—Al bosque Nati. —dice Coraline.
Mientras continúan caminando hasta que encuentra aquella vereda, las dos entran caminando sobre esa tierra y repleta de hierba y arboles a su alrededor hablando, a lo que comienzan a escuchar música de todo tipo, hasta llegar al centro y ver demasiadas personas bailando, divirtiéndose y bebiendo, deciden ambas en buscar a Mónica y Berenice con los nuevo y extraños chicos que menciono.
Berenice en eso que buscan tanto chicas como chicos, les ofrecen bebidas, algo que al principio no aceptan, pero después toman y arrojan sin beberla, en eso encuentran a las chicas, al ver que ambas se están besuqueando y demás con dos chicos, a lo que Natalia y Coraline se miran y Natalia toce con intención.
—Ya estamos aquí locas. —dice Coraline.
A lo que ambas paran.
—Chicas llegaron. —dice Mónica.
—Les presento a Orlando. —dice Berenice.
A lo que Coraline y Natalia notan que es el chico con el que se besaba.
—Hola chicas. —dice Orlando, mirando a las dos al estrechar sus manos.
—Mi nombre es Oscar. —dice el chico que se besuqueaba con Mónica.
—Hola. —dicen al unísono Natalia y Coraline.
—Miren hay vienen mis hermanos. —dice Orlando.
Ambas ven a dos chicos con bebidas, que al ver a Natalia y a Coraline se presentan enseguida como.
—Me llamo Derek.
—Mi nombre es Edmund.
Ambas estrechan las manos, pero al verlos Coraline, y que digan que los cuatro son hermanos y que, aunque ella no dice nada, no tienen un parecido en común, solo que sea que son altos, delgados, algo musculosos que parecían muy atléticos y piel pálida.
Continúan en la fiesta hasta que todos se encuentran solos, reunidos solamente ello con ellas.