Macarena estuvo toda la mañana haciendo pequeñas tareas, iba entre la oficina de Cristina y al de Iker, se mantuvo ocupada, de vez en cuando cruzaba miradas con Iker y trataba de disimular. Al medio día él la llamó a su oficina, ella fue rápidamente, al entrar cerró la puerta y le dedicó una mirada picara a él. —¿Pusiste seguro? —preguntó él. —¡Iker! ¿Aquí? ¡Qué travieso! —Tonta, ven siéntate, te tengo noticias. Ella sentó frente a él. —Hable con César, sabía que tú me gustabas, no sabía que tanto habíamos avanzado, ahora lo sabe, aunque trató de tranquilizarme, igual no me siento cómodo contigo aquí, no está bien. Me facilitó unos contactos y yo tengo otros, comenzarás a ir a entrevistas, si quieres, si estás interesada claro. —Claro que quiero, te dije que quería un trabajo. —Co
Download by scanning the QR code to get countless free stories and daily updated books