Añorando a su Luna.

Capítulo 12-Avión Privado

(Max pov)

Bueno, al parecer Leon es súper rico... Estoy hablando de ser rico como para tener un avión privado. Estaba tan confundida cuando llegamos al aeropuerto. Cuando Leon nos dijo que tenía un vuelo para las 4 p.m., pensé que tendríamos que pasar por largas filas de seguridad, correr por el aeropuerto para encontrar nuestra puerta y tal vez tomar un Starbucks en el camino, pero no... Nuestro conductor tomó una salida diferente y terminamos en la maldita pista conduciendo hacia un jet privado.

Era enorme... mi mamá y yo nos miramos sorprendidos mientras Leon salía rápidamente del vehículo y extendía su mano para ayudar a mi mamá. Sorprendentemente, se quedó un ratito, ayudándome después mientras sonreía suavemente antes de inclinarse y susurrarme algo al oído.

—¿Estás emocionada de ir a Nueva York ahora? Tal vez tomar una foto para Mitch para que sepa que llegamos bien. —Sugirió mientras asentía con la cabeza y jugaba nerviosamente con mi teléfono. Me sorprendió que siquiera pensara en hacer eso—. Aquí, tú ponte al lado de tu mamá y yo la tomaré —Leon ofreció antes de quitarme el teléfono de la mano y señalar a mi mamá.

—¿Tenemos tiempo para esto? No quiero que nadie nos esté esperando. —Me sentí mal y un poco incómoda.

—Max, soy el dueño del avión... no se irán hasta que diga que sí —habló con firmeza y tragué saliva... wow... él realmente es el dueño de esto... no puedo creerlo.

—¡Sonríe, Maxie! Este es el comienzo de nuestra nueva vida. —Mi mamá animó, agarrándome del hombro mientras levantaba la otra mano en el aire para posar.

Abracé mi cuerpo e intenté esconderme lo más posible. Sé que mis cicatrices están ocultas... pero por alguna razón, siempre tengo miedo de que la gente las pueda ver de alguna manera. Una pequeña sonrisa se dibujó en mis labios y vi a Leon tomar algunas fotos antes de sonreír brillantemente hacia nosotros. Era gracioso ver a este hombre grande moviéndose y tomando fotos como si fuera una sesión de modelos... él estaba dedicado... eso hay que decirlo.

—¡Bien, chicas, vamos! —anunció Leon antes de acercarse y entregarme mi teléfono—. Ya envié un par a Mitchell —me dijo y simplemente parpadeé en respuesta. ¿Se dio cuenta de que me gusta Mitchell o algo? Tal vez es tan obvio... estoy usando su sudadera y la he estado oliendo todo el día. Oh dios... soy una acosadora. Ahora entiendo a lo que Nicole se refería hace tantos años.

Hablando de Nicole... tengo que contarle lo que está pasando. Me olvidé completamente desde que conocí a Leon... ella va a enloquecer.

—Señor Black, estamos listos para que aborde. —Una mujer vestida con una falda lápiz azul y una chaqueta a juego nos informó. Tenía el cabello recogido en un moño apretado y se veía muy profesional.

—Gracias, Molly. —Leon asintió cortésmente y tomó la mano de mi mamá antes de darle un suave beso en la parte de atrás y ayudarla a subir las escaleras del avión.

No puedo mentir... hasta ahora Leon ha dejado una increíble primera impresión. Me sentí realmente cómoda con él y puedo decir que está tratando de no sobrepasarse, lo cual aprecio mucho.

Antes de que nos fuéramos nos informó que tomaría cuatro días que nuestras cosas llegaran a Nueva York, así que nos pidió que empacáramos una maleta con algunas cosas esenciales mientras estuviéramos allí. Dijo que podríamos comprar lo que necesitáramos, pero honestamente me sentí mal y empaqué todo lo que pude.

—Déjame llevar tu maleta —dijo un hombre detrás de mí, sorprendiéndome. Este tipo parecía tener unos veintitantos años y tenía la piel bronceada y cabello rubio sucio. Sin embargo, sus ojos tenían un hermoso tono de verde claro y era difícil no mirarlos. Era ridículamente guapo... como la mayoría de los hombres que he conocido desde que apareció Leon.

—Oh, gracias —respondí educadamente antes de darle una leve sonrisa. Él me devolvió la sonrisa mientras colocaba mi maleta cubierta de margaritas sobre su hombro y la llevaba al avión. ¿Será uno de los pilotos o algo así?

Noté que el conductor de antes también subió al avión, junto con otros hombres que ni siquiera había notado que nos seguían. Parecían ser personal de seguridad o algo así... ¿quién demonios es Leon Black?

—Gracias, Alex —mi mamá susurró dulcemente al chico que llevaba mi maleta. Noté que le guiñó un ojo rápidamente antes de dirigirse hacia la parte trasera. ¿Conoce a todas estas personas?—. Aquí, Max, siéntate allá. —Señaló el asiento al otro lado y asentí con la cabeza.

—¿No quieres sentarte con ella, cariño? No me importa —Leon susurró apenas lo suficientemente alto para que yo lo escuchara.

—Quiero sentarme contigo. Ella estará bien, a Maxine le gusta estar sola de todos modos. —Ella agitó su mano en el aire como si no fuera importante y me dolió el corazón. ¿Es eso lo que ella piensa? ¿Que me gusta estar sola? Supongo que podría entenderlo... pero ¿es esa la verdad? Lejos de eso...

Rápidamente miré hacia abajo mi teléfono sin sentir nada, sintiendo la mirada de Leon sobre mí mientras intentaba ignorarla. No muestres debilidad, Max... no mereces lástima. Recuerda que todo esto es por mamá... esta es su segunda oportunidad.

Esforcé la mejor sonrisa que pude y se la dirigí a Leon. Él asintió pensativo y luego volvió a mirar a mi mamá, quien prácticamente se derretía por él. Nunca la había visto tan pegajosa. Tal vez papá no era del tipo extremadamente cariñoso... supongo que nunca lo pensé. Cuando siempre estábamos juntos, hacíamos cosas en familia. Recuerdo que él besaba y abrazaba a mamá, pero nunca me hacía sentir aislada o incómoda. No como ahora... pero tal vez solo estoy creciendo y no estoy acostumbrada.

—¿Te importa si me siento aquí? —El hombre que antes tomó mi bolso preguntó y rápidamente asentí con la cabeza antes de acercarme más a la ventana—. Por cierto, soy Alex, el hermano de Leon. —Me sonrió con malicia, haciendo que mis ojos se abrieran de par en par mientras estrechaba la mano extendida que me ofrecía.

—Mucho gusto, soy Max. Entonces, ¿tú también eres tío de Mitchell? —Tartamudeé antes de darme cuenta de lo que pregunté. Vale, si Leon sospechaba que me gustaba Mitchell... esto probablemente lo confirma.

—Claro que sí... ¿es por eso que ese chico me ha estado enviando mensajes sin parar en la última hora? —preguntó pícaro, mientras me miraba de reojo—. Debería haber sabido que se trataba de la chica bonita de cabello fresa. Aquí estaba pensando que él solo me amaba a mí. —Chasqueó la lengua antes de negar con la cabeza. No pude evitar reír mientras mis mejillas se calentaban y comenzaba a juguetear con la sudadera de Mitchell nerviosamente.

—Estoy segura de que es el caso —murmuré, sintiéndome avergonzada.

—No, quiero al chico... pero no sabe mentir para nada —susurró, haciéndome reír nerviosamente. ¿Por qué estaba actuando como una estúpida colegiala en este momento?

Antes de que pudiera responder, el piloto comenzó a hablar por el intercomunicador y nos indicaron que nos abrocháramos los cinturones de seguridad. Este era solo mi tercer vuelo y los otros dos no fueron nada como esto. Sorprendentemente, no me sentía tan nerviosa como pensé que estaría.

Comprobé rápidamente mi teléfono una última vez y vi que Mitchell me había enviado mensajes.

De Mitchell: Vaya, te ves tan hermosa... como un brillante rayo de sol.

De Mitchell: Ughhhh. No puedo dejar de mirar tu foto. Eres tan malditamente hermosa, en serio.

Mordí mi labio nerviosamente, mis dedos flotando sobre el teclado mientras leía sus palabras una y otra vez. ¿Aún pensaría que soy hermosa si viera mis cicatrices?

Para Mitchell: ¿Sabes que soy la que lleva la sudadera con capucha, ¿verdad? :P

Vale... supongo que ahora uso la evasión ante los cumplidos. Ni siquiera sé cómo reaccionar...

Para Mitchell: Pero tú eres el guapo... y estamos a punto de despegar. Ahora tengo que poner mi teléfono en modo avión :( Además, estoy sentada junto a tu tío Alex. Parece agradable.

Lo envié justo después del último mensaje, tratando de decirlo todo antes de tener que cambiar mi teléfono.

De Mitchell: ¡Dios mío, no creas ni una sola cosa que él diga! Y envíame un mensaje tan pronto como aterrices... te echo de menos, rayito de sol... y por favor, envíame otra foto cuando puedas.

Mi corazón casi estalla al leer su mensaje... me llamó “rayito de sol” ¡y quería otra foto! Vaya, ya lo extraño tanto... esto es tan loco.

—Entonces, ¿Mitchell te contó sobre la vez que se quedó atascado en los barriles del mono? Fue jodidamente gracioso. —Alex se rio, haciendo que Leon se adelantara y lo mirara con furia.

—Lenguaje, Alex... —Regañó a su hermano y me costó mantener la cara seria mientras Alex alzaba las manos en señal de rendición, pero de inmediato se giraba hacia mí y empezaba a decir repetidamente la palabra “joder” con burla, haciéndome taparme la boca con la mano e intentar no reventar de la risa.

Podía ver quién era el hermano payaso. Parecía que había mucha diferencia de edad entre ellos, así que me preguntaba si Alex era el menor.

—En fin... vas a amar Nueva York... es impresionante donde vivimos y es increíblemente hermosa en otoño. Tendremos que ir a recoger manzanas uno de estos fines de semana y también hay un lago en la propiedad. Oh, y la casa... —Empezó a parlotear mientras yo asentía con la cabeza, pero antes de que pudiera continuar, la voz de Leon resonó por el pasillo.

—Alex... deja descansar a la pobre chica —gritó, su voz me sobresaltó y me hizo saltar mientras miraba confundida entre Alex y Leon. De repente, parecía que estaban hablando entre ellos sin decir una palabra... solo mirando... eso pareció durar unos segundos más antes de que Alex alzara sus manos y fingiera cerrar la boca con una cremallera.

—No me importa... está bien, de verdad. —Me sentía mal, en realidad no me importaba que Alex me hablara... incluso era bastante agradable.

Pero Alex solo me guiñó un ojo antes de cerrar los ojos y ponerse unos auriculares... supongo que de nuevo tendré que estar sola... Tal vez Leon solo está estresado. Aunque nunca lo había escuchado hablar así... espero que no sea por algo que hice... solo terminé mirando por la ventana y eventualmente me quedé dormida. Supongo que este es el comienzo de nuestro nuevo comienzo... al menos conocí a Mitchell. Eso hace todo esto aún mejor.