El amor es eterno en Otoño (9)

1971 Words

¡Tengo hambre! Hay un enjambre de insectos zumbando en mi estómago, llevo horas sin probar alimento y de seguir así enfermaré, pero no puedo dejar la habitación ni descubrir mi rostro, ¡besé a Nicolás!, ¡aaaaaaah!, desperté, lo besé y como la mujer valiente y decidida que soy, salí corriendo, subí a mi antigua habitación, me envolví con las mantas y me hice bolita, ¡quiero desaparecer! La puerta se abre, no quiero verlo. – Te dije que podías quedarte. Resulta que en el momento en que descubrí que era un sueño, ¡desperté!, no debí darme cuenta, ¡debí seguir durmiendo! – ya no me gusta esa habitación. Gruñido* ¡Estomago traidor! – Testaruda – resopla – si es por lo que pasó, estabas dormida, no lo tomes en cuenta. Fue un momento muy especial y él acaba de minimizarlo, no tengo ganas

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