AMOR POR CONTRATO

CAPÍTULO 13

POV LIAM

Emily estaba esperando cuando llegué, con la cabeza gacha, rebuscando en una bolsa gigante de comida para llevar que había en la mesa de picnic junto a ella. En lugar de sentarse en el banco, estaba sobre la superficie de la mesa, con los pies calzados con zapatillas sobre el banco.

Al oír el ruido de mi vehículo, levantó la cabeza, sonriendo ampliamente mientras se acomodaba sus gafas de sol de aviador entre todo su cabello oscuro. Elegimos este lugar porque era tranquilo, estaba apartado de la carretera y ninguno de los dos tendría que pasar demasiado tiempo en el auto.

Era el tipo de logística que teníamos que resolver, ahora que Josie estaba a bordo.

―Bonito lugar ―le dije.

Echó un vistazo al parque, tarareando apreciativamente.

―Sí, lo es. Probablemente también sería una caminata fácil, si alguna vez quieres traer a Olive.

Tomé asiento junto a ella en la mesa y me bajé un poco la gorra de béisbol sobre la frente cuando pasó junto a nosotros una familia joven. Al pasar, el papá le susurró algo a su mujer, que rápidamente apuntó su teléfono en mi dirección para hacer una foto. Juntaron las cabezas y charlaron animadamente.

Emily exhaló una carcajada.

―Tienes suerte de que esté acostumbrada a esta parte por culpa de mis hermanos ―dijo con ligereza.

―¿Te echaría para atrás si no lo fueras?

―No ―dijo fácilmente. Sacó de la interminable bolsa platos, dos botellas de agua y un cuenco cubierto con fruta cortada―. Además, sé de primera mano que en realidad no ocurre tanto como la gente supone.

Asentí con la cabeza.

―Normalmente me dicen algo así como: ¿Te conozco?

Se rio.

―Exacto.

Mientras Emily se giraba, sacando dos recipientes más de la bolsa, yo acomodaba las manos entre las rodillas.

―Parker me preguntó cuándo iba a conocer a la familia.

―¿Lo hizo?

―Dijo que si ibas en serio conmigo, no esperarías mucho a que eso ocurriera. ―Miré de reojo. Su rostro seguía oculto mientras nos preparaba la comida. Me entregó un recipiente de comida para llevar. La tapa era transparente, y cuando vi lo que había dentro, me reí―. ¿En serio?

Emily sonrió.

―Me pareció apropiado.

Abrí la tapa y miré el contenido.

―Se ve bastante bien.

Escogió la primera mitad de su queso a la plancha -idéntico al mío- y le dio un buen mordisco.

Tarareó, y el sonido me erizó el vello de la nuca.

―Es increíble ―dijo, después de tragar su primer bocado―. Y créeme, si hubieras conducido hasta mi apartamento, no soy un chef, por lo que todavía habría conseguido comida para llevar.

Al probarlo por primera vez, cerré los ojos y suspiré feliz. Estaba delicioso.

Cuando abrí los ojos, me observaba con una sonrisa divertida.

―¿Significa eso que pasa la prueba Liam Black del queso gratinado?

―Sí. ―Me comí el bocadillo en cinco bocados y pasé a la fruta―. Hablando de tu apartamento ―dije.

―Mi contrato de alquiler termina dentro de un mes ―dijo―. No hay forma de quedármelo sin levantar sospechas, así que guardaré los muebles en un almacén; mis papás tienen muchas dependencias. Pero a veces me quedo con ellos los fines de semana, sobre todo si Tim está… ―Su voz se entrecortó―. Si necesitan mi ayuda ―corrigió.

―Por supuesto. ―Pinché una uva con las púas del tenedor―. No espero que cuides de Olive a tiempo completo. Tengo una niñera que me ayuda durante la temporada. Josie la conoce y le cae bien.

Emily asintió.

―Entonces... ¿qué hacemos cuando vuelva Josie? ―preguntó con ligereza―. ¿Una gran ruptura dramática en la que yo salgo furiosa y tú por fin te liberas de mí?

Las palabras eran en broma. Y había una sonrisa en su cara cuando las dijo. Pero la sonrisa se desvaneció cuanto más tiempo permanecí sentado y estudiándola.

―No quería decir eso ―dijo en voz baja―. Supongo que esta es la parte que realmente no puedo imaginar, ¿sabes? Vamos a pasar todo este tiempo haciendo creer a la gente que nos hemos visto envueltos en algo romántico y enorme, y luego...

―Entonces se acabó ―añadí. Me froté la frente―. Lo sé. Olive va a… ―Hice una pausa―. Será duro para ella. Siempre lo es cuando algo grande cambia, especialmente porque le gustas.

Las mejillas de Emily se sonrojaron de un bonito color rosa.

―Ya lo resolveremos. No creo que necesitemos todas las respuestas ahora mismo.

Exhalé una risa tranquila. Esa era la diferencia entre mi ruborizada novia y yo. Necesitaba saberlo todo, porque ¿de qué otra forma podía estar segura de que estaba tomando la decisión correcta? ¿Que estaba tomando el camino correcto?

―No la abandonaré ―añadió Emily―. Espero que lo sepa.

―Gracias. ―Dejé el bol de fruta. Apenas había comido nada desde que empezamos a hablar―. ¿No tienes hambre?

Se encogió de hombros.

―Realmente no. Creo que solo quiero terminar con esta noche en casa de mis papás, ¿sabes? Me fue muy bien con Josie y Micah, pero ellos no me conocen. ―Sonrió―. Es un juego de pelota totalmente diferente cuando estás tratando de convencer a la gente que te conoce mejor.

Intenté imaginarme una casa llena de gente así y no pude.

―No puedo decir que sepa cómo es eso ―admití.

Sus ojos eran suaves, sus palabras tentativas.

―¿No tienes familia?

Sacudí la cabeza.

―Mis papás murieron hace mucho tiempo y no tengo hermanos. ―La miré―. Solo Olive y yo.

―Y yo ahora ―añadió.

Se me encogió el pecho ante la facilidad con la que se insertó en nuestro cuadro familiar.

―Y tú.

Emily empujó suavemente mi hombro contra el suyo.

―Espero que estés preparado para el resto de la familia Anderson, Liam.

Les vas a encantar.