—¿Acabas de haber desmayado a mi hermana?— Magus sísea acercándose a ellos. Mientras que Kyrill viene detrás de ellos bastante incómodo y frustrado por la situación. —Me alegra saber que tenés tus sentidos activos.— Coloca los ojos en blanco. Haciendo nada más que enfurecer a magus, quien es el que menos paciencia tiene de los dos. Y claramente no tiene ningún inconveniente en hacerlo notar. —¡No me toques las pelotas, Egan... Porque bastante las cosas están saliendo a tu favor!— Demanda elevando el tono de voz. Egan sonríe subiendo sus manos cerrando la puerta trasera de la camioneta luego de haber dejado a la castaña desmayada y acostada sobre los cómodos asientos de cuero color crema. —Coincido con mi hermano plenamente, y una cosa es que nosotros accedamos a que ella viva con vo