Egan relame sus labios observando a la castaña dormir con el cabello húmedo sobre uno de los sillones de su habitación. Era algo realmente relajante de ver, iniciando por el hecho de que ella no lo estaba mal diciendo ni mirando con su entrecejo fruncido de mala manera y aquello realmente lograba sacarle una sonrisa. Aúnque, no había nada más en el mundo que quisiera ahora mismo que ella lo mirará... Pero no sé esa manera que siempre lo hacía sino que diferente... Necesitaba esa mirada que le diera algo de paz en estos momentos de tanto murmullo. Pasa ambas manos por su cabello apagando la luz de la habitación cuando se da cuenta que el tiempo se le fue de las manos al verla dormir, por eso mismo aprieta sus labios cerrando la puerta delicadamente para dirigirse hacia la planta baja de