—Gracias por tu ayuda, Samay, estoy seguro de que esto va a quedar mucho mejor de lo que ya está ahora mismo.— Bromea... Sabiendo de su gusto bastante tosco para la decoración. La rubia le resta importancia a sus cumplidos y sonríe de manera ruborizada. Espera que su hermano aparezca por algún lado sin saber que el mismo ya se retiró, ante la insistencia de Vanko, por permitirle a llevar a su hermana a su propio hogar, debido a que no le permitió llevar la directamente en primera medida a la casa del Rey Hibrido. —Supongo que es cuestión de tiempo para que veamos cómo queda, siempre es bueno verte y ayudarte, Egan.— Asegura tomando su bolso dispuesta directamente a salir de la propiedad para no incordiar ni incomodar. El híbrido sonríe, mientras que la compañía hacia la puerta sabiendo