Alex. Salgo al jardín donde veo a la pareja de enamorados, pelear por una estupidez, suspiro antes de llegar y hacerme notar por ambos, el primero en ponerse a la defensiva es garras, quien no pierde el tiempo de gruñirme dejando claro que no quiere que me acerque demás a su pareja. Su lobo lo está por dominar. Los lobos son tan impulsivos, creí haberle enseñado algo a garras. Solo ten un poco de paciencia, al fin y al cabo viene siendo nuestro… Suegro. — Hey, hey, vengo en paz. Digo alzando las manos en señal de rendición. — Alex, no le hagas caso, está con su rabieta. — ¿Mi rabieta?, no, no voy a permitir que mi mujer baile con otro hombre, ¿qué te pasa? Eres mía, mi mujer, mi luna. — Mati, ni siquiera me dejas hablar. — Arya, que no bailarás con este… rubio estúpido. Co