-Alex- Mi hermano estaba despierto, sus ojos verdosos fueron lo primero que vi al ingresar en la fría habitación. -¿Alexandra?- preguntó asombrado supongo de mi presencia en aquel sitio. Lo abracé hasta escucharlo quejarse y me aparté sin omitir sonido, sólo mirandolo con alegría mientras las lágrimas se escapaban de mis ojos-¿Qué haces aquí? -Vine a verte, Tony- explique como si no fuese obvio- Estás tan grande… Tan hermoso, cariño- iba a acariciar su mejilla cuando llevó la mano que no tenía agujas superpuestas hacia mis dedos y apartarlos como si mi toque le quemara. Eso me dolió en el alma. -En serio, ¿Qué haces aquí?- repitió esta vez con un tono más oscuro- ¿A qué viniste? Suspiré y jugué con mis dedos entre sí intentando calmar mis nervios. -¿Qué no es obvio?- señalé- tenía q