La música era estridente pero sin rayar en lo ensordedor. En la vía larga y llena de viajeros así como de jóvenes "aventureros" como nosotros con ganas de ponerse ebrios y bailar era común ver varios bares con distintos ambientes y mala seguridad. Estabamos brindando con unas botellas de cerveza y sonrisas en nuestras caras mientras los pies se movían al compás de la melodía pegajosa con una letra cargada de contenido s****l. Hablabamos de temas vanales, también de lo difícil que era el último año. Michael se graduaría en julio y sólo eran cuestiones de meses para que no lo vieramos más porque viajaría a Toronto para manejar los negocios de su mamá. -¿Qué me dicen de el profesor Torres? Hoy que Gina le pidió el favor que le limpiara la falda o más bien el culo, y que él sólo la ignoró- S