Al día siguiente me levanté sintiéndome un poco menos basura, me duché y al vestirme sentí que pese a lo que había ocurrido la tarde anterior, podría sobrellevar el día. Lo cierto era que la visita de Kane había ayudado bastante a eso. Sonreí al salir al salón y ver sobre la mesa la bolsa de Milo's, ese había sido quizás el gesto más bonito que alguien había tenido conmigo en la vida. No recordaba haber tenido la conversación que él dice sobre el brócoli a la parmesana, pero tuvo que haber sido más de seis meses atrás... Que él lo recordara era simplemente extraordinario. Luego de tomar algo de dinero de mi reserva en el tablón suelto en el piso de la habitación, salí de casa con el pensamiento de que debía cancelar mis tarjetas y sacar nueva documentación... Había dejado todo en la ofic