—Jos... —murmuró él poniéndose de pie, pero al notar que mi vista estaba fija sobre el bolso, resopló y se inclinó para tomarlo, acercándolo a mí. —¿Cómo lo conseguiste? —pregunté sin moverme, mirándolo fijamente. —Fui a buscarlo esta mañana. —Kane... Dijiste que no harías de esto un escándalo. —No, no... Jamás dije eso —se apresuró a decir con seriedad—, dije que respetaría que tú no quisieras denunciarlo. —Kane... —susurré llevándome una mano a la frente. —Descuida, Jos, que no pasó nada. —Entonces, ¿me dices que llegaste a la oficina de Carmichael y él simplemente te entregó el bolso? —Tal cuál, solo tuvo que verme para cagarse los pantalones y unos minutos después me entregó el bolso. Matt no es estúpido, ahora sabe que lo sé y no se volverá a meter contigo jamás. Por cierto, ¿