El viaje de regreso estaba resultando ser más tranquilo que el de ida, pero como dicen, cuando todo va bien es porque algo no está bien. Faltaba poco más de día y medio para que Ian y Mielle llegarán finalmente al pueblo en el que se habían establecido, mientras transitaban por aquel camino de tierra, una alta e imponente figura de un hombre que estaba cubierto de pies a cabeza con una capucha negra bloqueó su vista. La figura que sin duda era la de un hombre se acercó a gran velocidad a ellos, Ian estaba asustado, tomó a Mielle entre sus brazos y trató de protegerla usando su cuerpo como escudo, aquella figura tenía una espada en la mano, Ian solo tenía una pequeña daga y su arco, y eso le era prácticamente inútil en una batalla a corta distancia, sobre todo contra un espadachín experim