Ana seguía sentándose en el asiento de atrás junto a Tom. Camino al parque, Jake no dejaba de mirar por el retrovisor. La mirada de Ana se perdía por la ventanilla mientras el coche estaba en pleno silencio. Solo se escuchaban las manos de Tom tocando todo a su paso. — Ana. — habló ya sin poder aguantar más el silencio. — Después de salir del parque iremos a comprarte un celular y una computadora. ¿Que te parece ? — Creo no necesitarlo. — contestó sin dejar de mirar por la ventana. — De esa forma podríamos comunicarnos, también estarías al tanto de todo lo que pasa a tu alrededor. — Sería un poco raro. La tecnología avanza demasiado rápido y yo ya no estoy al día con ella. — Puedo enseñarte cómo usarlo. Eso no es un problema. — Como quieras. Jake la miró intentando saber qu