Al medio día aun permanecían todos los adultos en vela, con los pómulos tojos por haber llorado por horas y tratando de seguirle la corriente a Noemí que había descansado toda la noche.
Ella iba de uno a otro repartiendo abrazos para apoyar a su familia.
En un momento quizo mirar una película, asique su mamá y su tío Darien la acompañaron al sillón.
-Quiero ver "Coco", mami. en esa peli vas a ver que el tito va a estar bien.- trataba de mostrar un bien punto.
-Si mi amor, vamos con el tío que se que le gustan.
- Ja ja, ya me la ví pero es mi favorita- no se iba a negar a acompañar a su sobrina y a su hermana.
En mitad de la película los hermanos se quedaron dormidos. Brandon llegó con una manta y los tapó ya que estaba fresco y Noemí aprovechó a irse con él. Como era médico tenía la costumbre de pasar horas sin dormir y cuando lo hacía, su amada lo visitaba entre sueños haciendo que las horas de descanso no valoran la pena, ya que despertaba con esa necesidad de tenerla cerca.
-Si vas con los caballos yo quiero ir- le dijo la niña a la vez que le tomaba la mano.
- Por supuesto, pequeña. Dejemos que mamá duerma un rato hasta que vengan nuestros amigos.
Los dos se encaminaron a las caballerizas donde su caballo, la yegua de Aless y el potrillo de Noemí esperaban ansiosos por recibir un mimo.
-Ahora que el tito está en el cielo yo voy a poder soñar con papi, ¿cierto?- preguntó
-No lo se, mi vida. Puede ser que si o que no. Pero sabes que puedes contar conmigo y yo voy a estar para ti. - trató de razonar Brandon.
Juntos dieron unas vueltas alrededor del cercado, admirando los paisajes que les brindaba la pradera con el tono amarillento de principios de otoño y las vacas y orejas pastando cada una en su lugar.
Al regresar vieron a Alessandra en las caballerizas, esperando ansiosa que su hija regresará.
Cuando despertó y no la vió junto a ellos, imaginó que podía estar con Bran en ese lugar o que habían salido a dar un paseo, ya que no vio su caballo.
-Te estaba buscando para hacerte la merienda, hija. ¿Qué tal el paseo? -evitó mirar al joven a los ojos ya que sabía que iban a mostrar esa mirada herida de la conversación anterior y del sufrimiento que ambos compartían.
-Nos fue bien, mami. Bran me llevó a ver las vacas comiendo y fuimos al tajamar. - contestó emocionada.
- Que bueno. Ya los invitados van a llegar. Vamos a prepararnos para recibirlos.
La niña se bajó con ayuda del joven, tomó la mano de Aless y partió rumbo a la casa.
Brandon quedó desensillando y aseando a su semental. Se merecía unos mimos por haberse portado tan bien.
En su regreso paró en la cocina a beber una taza de café antes de subir a darse un largo baño.
Su cuerpo se sentía apaleado de tantas cosas que habían pasado anteriormente. 'Lo peor aún no llega y no saben lo que les espera' se decía a si mismo, mientras el chorro de agua llegaba con fuerza a su espalda. Todo pesaba el doble pero aún así terminó y bajó para acompañar a los demás en su espera. No podía olvidarse que también era anfitrión.
El olor a comida bañaba toda la casa anunciando que pronto estaría pronta la mesa.
Los invitados fueron llegando de a poco.
Primero entraron Támara y Maria que traían un buen vino.
-Lamento mucho la pérdida, muchachos. Javier era un gran amigo para todos- fueron las palabras de Maria antes de abrazar a xada uno de ellos.
-Se que hemos estado distanciadas, pero apreciaba mucho a ti tío- le susurró Támara a Aless.
Ella respondió al abrazo mientras hacía lo posible por no derrumbarse.
-Pasen. Están en su casa- las invitó mientras el nudo en su garganta se hacía cada vez más grande.
Pronto llegaron los López, una familia muy allegada que había compartido mucho con los hombres de la casa y eran los CEO del hotel familiar. Le siguieron los peones que eran muy allegados y pronto se le sumaron algunos colegas de Mauricio, Brandon y de Darien, quien en ese momento no ejercía, pero era el contador del hotel familiar.
En la entrada de la finca estaba estacionada Fiorella, quien se había enterado de los últimos acontecimientos pero no esperaba esa cantidad de gente en el lugar.
-Oh Brandon, amor- exclamó cuando lo vió acercarse con pasos seguros. - venía a darte las condolencias y ver en qué puedo ayudar.
- Es una reunión familiar, no puedes estar aquí.