Brandon tomó la valija del guardarropas de la habitación y llamó a una enfermera por el intercomunicador.
-Sofía, ¿ya me preparó el botiquín que le encargue?-
-Si, doctor Mautone. Ya se lo alcanzo junto con el papeleo para que firme.
Alessandra no creía lo que sus ojos veían. Los dos hombres frente a ella actuaban como si salieran de vacaciones, pero nada estaba más lejos de la realidad.
-Pueden, por favor, -decía pausadamente y respirando con dificultad- ¿ decirme que carajos hacen?- se exaltó finalmente.
-Me voy de esta cárcel, hija. A pasar mis días en mi casa y con la familia- contestó Javier como si nada.
-Increíble, realmente son increíbles. -tomó el brazo de Brandon y de un tirón le dió la vuelta- no puedes con esto y lo mandas a casa ¿solo? ¿para qué muera en nuestros brazos? -comenzó a hiperventilar y grito- ¡Dónde m!3rda esta la ética de la que hablabas?!
-¡Ya basta, Alessandra! Esto es mi decisión. Puedes aceptarla y estar ahí o marcharte por donde viniste. -
Brandon le hacía señas con su cabeza. Lógicamente era su lugar de descargo y no iba a impedirle su desahogo, pero su tío no estaba de acuerdo.
Alessandra abrió la boca ante tal exabrupto de su tío, sin creer que pusiera a ese chico sobre ella.
-Se que no quieres a Brandon en casa, pero te guste o no es MI casa y es MI invitado. Lo tratas con respeto, porque mientras tú te fuiste seis años, solo Darien y Brandon estuvieron ahí para mí. - caminaba como león enjaulado por la habitación mientras trataba de poner sus puntos a las ies.- Tu perdiste a tus padres, pero yo también perdí y por si fuera poco tu te largas a otro país. No puedes venir ahora a pretender que haga lo que tu quieras.
Ella quedó inmóvil, observaba como Brandon lo calmaba ayudándole con sus ejercicios de respiración y le preguntaba cómo quería empacar sus pertenencias.
En su mente, las palabras de su tío fueron un balde de agua fría. Trató por todos los medios ponerse en su lugar. Respiró hondo y agregó:
-No es necesario llamar a Darien. Yo alquilé un auto para mi estadía acá. Yo lo llevo.-
Hubo un intercambio de miradas entre los hombres. Siguió un golpe en la puerta y entró la enfermera con un botiquín del tamaño de una valija y un bolso de mano.
-Doc, traje lo que pidió. Encima de todo está el papeleo. No olvide firmar su renuncia y el alta de enfermería especializada antes de presentar el alta.-
Aless no podía creer lo que veía y escuchaba. La enfermera sonrojada y ¿escuchó renuncia?, ¿habían enloquecido todos? El no iba a presentar ningún alta. Ese era su papel, ella iba a tener la responsabilidad de cuidar a su tío.
-No te preocupes, Sofía. Gracias por todo.-Le dijo Bran realmente agradecido.
Una vez y la enfermera abandonó la habitación, el doctor tomó los papeles y allí mismo se dispuso a llenarlos.
-No entiendo que hacen- les llamó la atención la joven.
Brandon estaba a punto de contestar, pero su tío le hizo seña con la mano.
-Brandon va a ser mi enfermero de cuidados
paliativos y el responsable de mi salud en casa.-se cruzó de brazos y levantó una ceja, señal desafiante, dando a entender que era una batalla perdida. -Si me llevas vamos ambos. Tus maletas y las de la pequeña ya se las llevó Daren y se acostó a descansar. Tu decides, sino voy en taxi.
Alessandra se dió cuenta del desafío, del código en el intercambio de miradas y suspiró derrotada. Asintió en señal de entendimiento y afirmación y se dispuso a esperar que el doctorcito terminara para irse de ese lugar.