Janoc fue a la mansión de la condesa Yehohanan y lo recibió el príncipe Rhiaim. El muchacho tembló ligeramente, ya que sabía que el joven príncipe podía ser bastante agresivo con aquellos que dañaban a su familia. Por su parte, Rhiaim lo miró con una expresión de burla y le preguntó: - ¿Viniste a atacar a Brett de nuevo? ¡Sí que no te rindes, muchacho! Ja ja ja. - ¡No vine a eso! – respondió Janoc, sacando rápidamente de su bolso el libro que Brett se le olvidó en el palacio – vine a devolverle esto. Rhiaim miró el libro y, aligerando su expresión, le dijo: - Está bien. Puedes pasar. Brett está en su habitación, estudiando, pero le diré que lo estás esperando en la sala de visitas. El muchacho entró y se sentó en unos cómodos sillones. Por suerte no esperó mucho porque apareció