Capítulo 28.5

366 Words
Pasado —¡Buaaa! ¡buaaa! —lloriqueó con todas sus fuerzas aquél pequeño niño vestido con una pijama de oso pardo—. ¡No quiero esperarte aquí! ¡quiero ir contigo! ¡quiero ir contigo! —chilló el chiquillo ruso con los mocos colgando a la vez que apretaba sus puños y pataleaba con carácter dentro de su corral. Para su corta edad, Rusia ya era todo un pelión de primera. Con tan sólo 3 años este ya se negaba a muerte a cualquier cosa que no le gustase, lo cual era bastante impresionante, ya que casi siempre este estaba súper tranquilo. Por lo general los niños lloran y se cansan en algún momento, se rinden o incluso se dejan convencer con dulces; ¿pero Rusia? Oh no, ese no se dejaba convencer con nada de lo que el hombre soviético le ofreciera por más genial que esto podía llegar a ser. —Bebé, papá tiene que ir a trabajar con el señor Estados Unidos —explicó URSS con voz calma limpiando las lágrimas que cubrían las mejillas del niño—. Volveré pronto, ojitos de búho —dijo. Mientras, USA (quien se encontraba un poco más atrás) rodó los ojos con fastidio ante la escena. —¡No quiero que te vayas con él! —vociferó el niño ruso viendo al estadounidense como si este fuese el mounstro que vivía debajo de su cama-cuna—, ¡nooo! ¡papi, no vayas con él! ¡quédate conmigo! ¡él es feeeooo! URSS no pudo evitar reírse con ganas. —Aaaw. No puedo dejarlo aquí con una niñera, USA —dijo el soviético estirando sus brazos llenos de vendas en dirección a su hijo consentido—. Vamos a llevarlo. —What?! (¡¿Qué?!) —exclamó el norteamericano—; oh, ¡no-no-no! ¡ni sueñes en tenerme a mí de niñera por todo el camino! ¡te conozco, ya me lo hiciste una vez! —Patrañas —soltó el sujeto de ushanka mientras su acento resaltaba remarcando la «R» como una «RR»—. Yo nunca te he dejado de 'nana'. —¡LA SEMANA PASADA TUVE QUE CAMBIARLE EL PAÑAL!  
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD