Mientras preparaba la comida me di cuenta de que estos últimos días había estado demasiado ocupada pensando en los sentimientos que Dalton despertaba en mí. Los murmullos de las personas cuando caminaban eran constantes. Mi padre me veía con preocupación mientras comíamos. —¿Estas bien? —preguntó. —Estaba pensando en lo poca discreta que es la gente de esta ciudad. —Me imagino que te refieres a los murmullos, es algo normal debido que tu compromiso es una novedad. —Entonces, ¿eso es lo que soy?: ¿Una novedad? Mi padre dejó el tenedor reposando en el plato y me miró, tomó mi mano. —Ya hablamos de esto en su día, hija. Tu vida va a cambiar considerablemente cuando te cases, solo que no habíamos previsto que lo fuera a hacer antes. La gente se ha enterado de su compromiso, aunque se