Violeta Alexander había salido esta mañana con Serena. Aunque lo negara, me molestaba, como puede ser tan cínico y jugar con las mujeres así. ¡Era un imbécil! Cree que por tener esa pícara sonrisa puede venir a.. ¿Qué estoy diciendo? Claro que puede, aquí estoy. El ama de llaves nos informa que la cena está lista y que podemos ir pasando al comedor. La Señora Daniela estará con nosotros, mientras que vamos al comedor, Ross no deja de hablarme de su muñeca, si, la que le regaló la hermosa Serena. No la soporto, nos sentamos, las sirvientas comienza a colocar los platos, le agradezco y se retiran. Necesito hablar con la Señora de mi viaje a Texas a ver a mi familia, no creo que sea el momento adecuado, así que, es mejor esperar. Aunque, si me dice que no, lo agradecería mucho, mis ganas