Capítulo 4
1083 Words
El siguiente día fue diferente.
Louise se levantó ante el ruido que alcanzaba a escuchar desde su "habitación". Observó la hora y se dio cuenta de que apenas eran las seis de la mañana, lo que le hizo soltara un quejido. Aún continuaba algo dormida y pensaba que se encontraba en su departamento. Así que, soltó un suspiro y volvió a dormir.
Hasta que una voz algo fuerte le llamó.
— ¡Señora Davis!
La susodicha de un salto estuvo de pie, frente al teniente Miller. Su cuerpo era adornado por el mismo uniforme que todas las demás personas. Había pensado que tal vez podía comenzar a vestirse de esa forma.
— Buenos días, señor.
— Buenos días.
— ¿Por qué me despertó tan temprano?
El militar soltó una carcajada y se acercó lentamente. ¿Cómo era posible que le preguntara eso? Si ella había decidido acompañarle, debía ser uno más.
— Señora Davis, parece que usted no es muy lista, ¿verdad?
— ¿Disculpe?
— Bueno —tragó saliva Miller—. Si quiere estar aquí, compórtese como nosotros.
Louise se cruzó de brazos.
— Esto va a ser algo difícil porque yo soy corresponsal, no militar.
— No puedo negarlo, pero tampoco pienso aceptarlo por su parte. Lo espero a las siete horas afuera.
Sin poder creer lo idiota que se había comportado, la castaña comenzó a alistarse. No se iba a bañar. No tan temprano y estaba segura de que, si lo hacía, debía hacerlo con agua fría. Ella aún no estaba acostumbrada a eso y de solo pensar que debía hacerlo, un escalofrío recorrió su espalda.
Luego de observarse en la cámara del celular y terminar de lavar sus dientes, salió del toldo donde se encontraba durmiendo. Apenas llevaba un día en aquel lugar y esperaba que siguieran las cosas de la forma que iban. Sí, había enfrentamientos, pero se mantenía la situación. Aún no era algo grave que tuviese que documentar.
Los militares se encontraban formados en varias filas mientras coreaban el himno de su país. Louise alcanzó a ver como el teniente Miller revisaba a cada uno para encontrar fallas en la forma que se vestían o su limpieza y así, castigarles corriendo alrededor del lugar.
— ¡¿Listos todos?!
— ¡Listos!
— Muy bien... —el rizado volteó a mirar sobre su hombro para observar a la nuevo integrante del grupo—... ahora, quiero presentarles a una persona que nos acompañará durante todo este tiempo. Su nombre es Louise Davis.
Louise asintió y con un rostro sereno se presentó frente a todas las personas. Estaba segura de que su relación con ellos sería buena. Hasta el punto de poder considerarse como un medio para comunicarse con sus familiares o parejas. Sabía lo duro que era ir a la guerra y dejar de saber de sus seres queridos porque así había sucedido con su padre y su abuelo.
— ¿Cómo están? Como se dijo, mi nombre es Louise y soy corresponsal de guerra. Los acompañaré durante este tiempo y pueden contactarse conmigo si quieren saber sobre su familia —un carraspeo se dejó escuchar y la castaña entendió inmediatamente—. Claro está, si el teniente así lo quiere.
— Gracias señora Davis —continuó Alexander—, ustedes saben que estamos en un punto importante. Pudimos descansar ayer, pero hoy necesito que nos movilicemos a apoyar a tropas hermanas en la frontera. No es muy lejos, pero deben prepararse para todo. A las nueve horas saldremos. Pueden comer.
Todos los soldados dejaron su posición y se dirigieron hacia el lugar donde comerían.
Como se había escuchado la orden, debían de comenzar a movilizarse hacia la frontera. Ellos no estaban muy lejos y se habían dirigido hacia el lugar por si los combates se extendían, haciendo que los rebeldes no pudiesen tomar más territorio del que ya poseían.
De esa forma, ellos debían de acompañar a sus compatriotas ya que el uso de armamento no convencional estaba siendo protagonista de la escena y eso solamente incrementaba la sospecha de que eran actores armados avalados internacionalmente que buscaban desestabilizar el orden en Estados Unidos y sus vecinos. Por eso atacaban tan cerca de la frontera.
— Señora Davis, acompáñeme a desayunar. Quiero comentarle sobre su papel en este primer movimiento.
— Por supuesto.
Los dos se dirigieron hacia el comedor y en una zona aparte comenzaron a comer. La jerarquía era bien establecida en el lugar, pero eso no quería decir que el respeto no se sintiera en el aire.
Louise se encontraba asombrada en el poco tiempo que llevaba allí, por la forma en la que se trataban unos a otros. Claro que podía que no fuese de camaradería entre rangos, pero sí de respeto y lealtad.
— Señora Davis, usted va a documentar todo por medio de una cámara profesional, ¿no?
Louise asintió.
Había decidido aquello el día anterior.
Se había comunicado con la agencia y le habían dicho que aún no encontraban personas idóneas para acompañarle en su labor como corresponsal de guerra. Ella, por su parte, había preferido que fuese así. No quería poner a otras personas en peligro. Definitivamente prefería hacer el trabajo sola y si llegaba a sucederle algo, no involucrara a otras personas.
Se había preparado en la universidad con enfoque multidisciplinar, lo que le permitía poder desempeñarse en diferentes labores de manera excelente. Así, sus opciones habían sido presentar para la agencia la noticia y los sucesos o desempeñarse como fotógrafa y capturar las situaciones más importantes con su cámara.
— En un primer momento hablamos en la agencia que vendría con un productor, camarógrafo, analista y sonidista. Pero realmente no muchas personas estuvieron seguras de hacerlo. —Louise rió.
— Entiendo —el teniente Miller suspiró y se encogió de hombros—. Esta es una labor bastante dura, señora Davis. Por esa razón y como necesitamos salir hoy mismo, no podemos esperar que lleguen más personas de su equipo.
La periodista tragó saliva sabiendo que era algo que no podía cambiar. Ellos no podían esperar hasta que encontraran las personas que estaban buscando.
— Entiendo. ¿Qué se debe hacer ahora?
— Considero que es necesario que comience a utilizar un camuflado como todos nosotros y más si estamos en combate.
— ¿Hay uniformes de mi talla?
— No es muy difícil de encontrar —sonrió el rizado—, su estatura es algo pequeña, lo que lo hace fácil.
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