— ¿Ves?—pregunta Samuel. —Eso es magia negra—comenta.
Los 4 chicos estaban rodeando un objeto circular en el suelo. Era una piedra, redonda y chata. Tenía unos jeroglíficos extraños.
— ¿Qué te hace pensar que es magia negra?—pregunta Daniela y Samuel la mira con cara de 'en serio'.
—Sé de eso y créeme, lo es—añade.
—Sí, pero ¿por qué?—pregunta Alistark. —Es la primera vez que veo esto, antes andaba por aquí con mi padre y... y Anubis—comenta.
—Puede que haya estado enterrado—habla Helen—Han pasado demasiados siglos y el panorama ha cambiado mucho—explica—Si te fijas bien se le ven entre las líneas tierra—dice.
—Sí, pero eso no significa que haya estado enterrado, cualquier animal que haya pasado cerca de aquí pudo haber tirado tierra, —analiza Daniela—por ejemplo, así—dice mientras que con su pie tiraba arena.
La arena encima de la piedra chata empezó a burbujear y desapareció.
—Vaya, esto es nuevo—dice Daniela levantando las cejas—me entraron ganas de tocarlo, pero tranquilos, tranquilos, es un impulso estúpido—dice levantando las manos.
—Sí, tus impulsos idiotas están volviendo—comenta Helen.
—Estoy rifando tres pescozones y te estás ganando todos los números—dice sonriendo.
Alistark estaba pensativo Daniela lo mira. El silencio reina entre los 4 nuevamente, observando la roca.
— ¿Y si le ponemos algún animal muerto encima?—pregunta Daniela—No me miren así, es solo curiosidad—dice defendiéndose al recibir miradas de reproche—está bien, quédense ahí como mojones, yo buscaré algún bicho o animal—dice caminando por los alrededores.
Los tres aún siguen mirando el objeto— ¿Han encontrado más?—pregunta Alistark mirando a Daniela, buscando algún animal.
—Sí, tres más—dice Samuel mirando también a Daniela—pero no quiero mortificar a Daniela con eso, tiene mucho de que encargarse—dice.
—Y yo opino que tenemos que decirle, debemos de tenerla preparada—habla Helen mirando a su pareja—no sé sabe si esto es bueno o malo—dice ella.
—Estoy de acuerdo con Samuel, no hay que decirle—dice Alistark—tiene mucho con que lidiar y llegué para quedarme con ella y conquistarla a toda costa—habla—aunque no sé si esto venga al caso, pero me casaré con ella, eso lo tengo pre visto y ser la hembra de un dios es mucha responsabilidad, no quiero cargarla—habla desviando la mirada de Daniela y mirando a Helen—mantén tu boca cerrada—añade.
—Espero y no le pase nada a mi hermana o si no la ira de los dragones caerá sobre ti y tu reino—comenta Helen muy segura de lo que haría. El poderío de los dragones casi se asemeja a la de los dioses. Esta se va a ayudar a Daniela a buscar algún animal, pero siendo Helen, tan... Helen, ésta lo mataría.
—Bien, ya no están aquí—dice Alistark—Empieza a cantar golondrina—dice.
Samuel asiente—Aún no se sabe si fue algo intencional de la diosa luna pasada Ankira—habla el joven hechicero.
Aquel nombre removió cosas en el interior de Alistark— ¿El qué? ¿Lo de que no se puede usar magia dentro del territorio?—pregunta.
Samuel asiente—Quizá hizo una treta con brujas de magia oscura y que éstas piedras sean los que rieguen ese campo digamos que de protección, aún no encuentro clasificación para esto—dice.
— ¿Por qué estás tan seguro de que hizo trato con brujas de magia negra?—pregunta Alistark—en ese entonces, las brujas de magia negra no querían saber de la luz de la luna—comenta.
Samuel frunce las cejas— ¿Entonces qué? ¿Qué provoca que dentro no se pueda usar magia? ¿Qué significan estas cuatro piedras? Y ¿por qué justamente a cinco pasos de la muralla que creé?—bombardea con preguntas a Alistark.
—Bien, son muchas interrogantes que saldrán después, ahora—pausa y lo mira—sé que sabes algo más que no me quieras decir—dice y Samuel desvía la mirada.
—Tengo el presentimiento que la muerte de Ankira fue planeada desde hace mucho y que alguien no quiere ver a Daniela en el poder—habla.
Las chicas llegaron con un conejo gris, Helen tiró al conejo en la piedra sin cuidado. No pasó ni dos minutos cuando el conejo empezó a podrirse delante de sus ojos, dejando solo el esqueleto.
Los chicos se miraron entre sí. Plasmados.
— ¿Hay más como ésta?—pregunta Daniela preocupada. Samuel niega, Alistark también y Helen baja la mirada— ¿Dónde están las otras?—pregunta. Nadie habló.—Bien, no me digan, espero, que si esto, así como lo vemos de peligroso, que succiona todo por así decirlo... —habla—solo espero que no me traiga más problemas del que tengo y que si pasa, ustedes tres se encarguen de todo—dice señalándolos.
Helen suspira— ¿Qué hacemos con esto?—pregunta.
—Aún no se sabe de lo que es capaz—dice Alistark.
—Solo sabemos que es magia negra y pudo ser provocado por una o unas brujas—habló Samuel.
— ¿Y si venimos de noche?—pregunta Daniela.
—Éste bosque es horrible de día imagínate de noche—comenta Helen—Hay que tener muchos cojones para venir a ver qué tal—habla.
Daniela se rasca la cabeza—Saquemos ésta mierda, tengo más cosas que hacer—dice tomando un palo y cavando cerca de ahí.
Los chicos estaban con miradas inquietas.
—Deberías dejar eso, no vaya y absorba tu energía...—
—Samuel no te...
—Daniela, deja eso—dice Alistark tomándola del brazo.
Daniela se retira de su tacto—Vamos, no te pongas en esa tú también, esto estará tocándonos las pelotas—dice.
—Dani... —habla bajito Helen.
El palo se incrusta debajo de la piedra, Daniela le hace la presión al trozo de madera hacia abajo para que la piedra 'suba'. Un golpe seco zumbó a Daniela, chocando con varios arbustos hasta llegar a un roble que frenó su golpe.
—Mierda, que potente—se queja.
—Te dije que no lo hicieras—llega apresurado Alistark.
—Ay cállate, ni que supieras que iba a hacer eso, ayúdame a parar—añade.
Se para y se sacude con ayuda de Alistark, este la analiza para ver si está bien.
—Estoy bien—dice extendiendo los brazos— ¿ves?—pregunta. Empezó a caminar y se desplomó antes de llegar donde Samuel. —Coño, quizá tropecé con una rama—dice intentando pararse—Chicos, no me puedo mover—dice alterada.
—Tú nada más nos traes problemas Diosa Luna—comenta Samuel parándola, se la extiende a Alistark quien la carga estilo nupcial.
—Meg sientog comog sidg, elg deg lag ega deg hielog—dice Daniela con dificultad al hablar.
— ¿Qué?—preguntaron al unísono Alistark y Samuel.
—Qué se siente como Sid, el de la era de hielo—dice Helen—andando, vámonos—comenta.
—Aun no entiendo que tiene que ver Sid—dice Samuel subiendo los hombros.
—Que Sid, come unas vallas que producían parálisis y le impedían el habla, pero, estaba consciente en todo—dice Helen y Samuel hace un 'o' con la boca. —Me avergüenza que seas mi novio y no sepas eso—dice en reproche.
— ¿Cómo nos iremos si los corceles no están?—interrumpe Alistark. Daniela balbucea unas cosas sin importancia.
—Seguro se fueron por la energía negativa que desprendió esa piedra al Daniela ponerse a Joderla, porque ellos estaban aquí minutos antes—dice Samuel— ¿Puedes convertirte en dragón?—pregunta a Helen. Esta asiente.
Minutos después se encuentran a muchos metros sobre el cielo.
Una sombra va llegando desde algún punto, mirando aquel dragón irse. Se acerca con pasos lentos, pero decididos a aquella piedra redondeada y chata.
—Éste será el reino más fuerte que ha tenido el espíritu lunar, es una pena que la chica aún no tenga el llamado de la luna—dice con voz gélida y hostil. Mira la piedra y se agacha lentamente—mi pequeña mascota, duraste mucho en salir—dice ahora ronco y tierno—sigue así, vas bien, no te aceleres, calma, deberías de dormir un poco más—comenta acariciando la piedra—la joven a la que agrediste, no es tu enemiga, tendrás que disculparte con ella—dice y la piedra se mueve—shh, shh, no fue para que la ataques a ella que te creé, fue para que la protejas y no, no nos haría traidores de nuestra magia oscura—habla bajito—nosotros no necesitamos la magia, la magia nos necesita a nosotros, pero tranquilo, no pasa nada—continúa hablando—Ankira sabía contra qué enemigos peleaba y aun así prosiguió, tu deber es cuidar a Ad'lena la nueva diosa luna, que extrañamente no tiene el llamado lunar—dice y se levanta—debería de darle un empujoncito—añade extendiendo sus dos manos al cielo, para luego desaparecer entre las sombras.
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