— ¿Has oído el llamado de la luna?—pregunta Linett mirando a Daniela.
Está niega—No sé de qué me hablas—comenta mirando por la ventana del carruaje. Inmediatamente Daniela se despertó se marcharon.
El ex rey Sol tuvo que reprender a Alistark ya que pretendía encerrar a Daniela.
El viaje con sus amigos finalizó y eso la deprime mucho. Habían pasado por tanto. De sus recuerdos también fue borrada la existencia de sus abuelos. Lamentablemente Astaroth no iba a liberar a su abuelo. Y respecto a su abuela, no era él quien la tenía. Era aquella súcubo prima de él, la que se había disfrazado de Linett.
Pudo rescatar a la verdadera Linett negociando con su prima, tenía dos opciones, la abuela o Linett. Y ya saben a quién eligió.
—Es extraño. Mi madre no fue la primera diosa luna, ha habido muchas, pero con el llamado de la luna—dice desviando su mirada. — ¿No has tenido sueños raros?—dice recostado su cabeza del asiento.
—Si—dice aun mirando fuera—estuve vagando esos meses en una densa niebla. Luego encontré a Helen en ella—comenta mirando a Linett ahora—, detrás de Helen, un poco a la distancia vi dos mujeres, una un poco más grande que la otra, estaban riendo con sus brazos entrelazados—dice y sonríe al recordar aquella escena que la llenó de paz—la que estaba un poco más pequeña era de tez blanca con un largo pelo pelirrojo, sonreía hermoso. La otra un poco más alta tenía el pelo plateado. Y en su hombro un dragón blanco—dice y mira sus pies.
— ¿Qué?—pregunta atónita Linett.
— ¿Acaso no escuchaste?—pregunta devuelta Daniela—no lo volveré a repetir—dice frunciendo el ceño.
—No, ósea si, te escuché, es solo que el ciclo vuelve a empezar—dice abriendo los ojos hasta mas no poder. —La primera diosa luna, apareció desde el principio de la creación, reencarnando y reencarnando. La diosa luna tenía una hermana Nacida dragón que cambiaba a humana—dice con emoción. Daniela levantó sus hombros restándole importancia— ¿Acaso aún no le llegas?—pregunta y Daniela niega— ¡Por el mismísimo Zeus! ¡El ciclo empieza nuevamente! Con razón no sabías desde el principio quien eras—dice tomando las manos de Daniela y sonriendo.
— ¿Te puedes calmar y explicarme? No entiendo ni un culo—habla.
—En el principio, no había diosa luna—dice—La luna era quien protegía a sus hijos lobos con su brillo. Todos veneraban al sol, pero nadie a ella. Muchas noches estuvo sola sin la compañía de sus hermanas menores las estrellas, pero aun así siguió brillando, por aquellas criaturas cuadrúpedos y salvaje que le aullaban cada noche, eso la mantuvo con su brillo—dice mirando a la nada.
— ¿Puedes ir al grano?—pregunta Daniela moviendo su pie con impaciencia.
—Te aguantas—le reprocha Linett y la otra gira los ojos—cuenta que una noche uno de sus hijos lobos, si hijos, ella los acogió como sus hijos, se apartó de la manada. Estaba en territorio de cazadores sin darse cuenta, ya para ese tiempo la humanidad había avanzado mucho. A lo que iba. Su hijo, estaba perdido y una joven cazadora tomó pena del pobre animal que no llegaba a adulto—comenta—se acercó y se las ingenió para ayudar al lobo, e hizo algo que la luna nunca esperó...
«—Hermosa Luna que en el cielo estás, ilumina el sendero para poder ayudar a esta criatura—suplicó.
Y por si fuera poco, la luz de la luna penetró en aquel bosque, a través de las hojas, como si no hubiese nada que tapando. La chica sonrió alegre, la luna le estaba guiando el camino y el lobo avanzó reuniéndose con su manada.
¿Qué creen que pasó con la joven? Alguien que estaba merodeando por ahí contó todo lo que vio y la acusaron de brujería y traidora. Que ese lobo pudo servir para la cena.
La joven tenía una hermana menor, por un año. Quien se interpuso contra los hombres cargados de ira. Diciéndole a su hermana que huya, que ella la alcanzaría después en el lugar secreto. La joven lo pensó varias veces, su hermana era valiente y fuerte... Decidió irse, no podían hacerle nada, aún era menor de edad, pero cuán equivocada estaba. Escuchó un grito y cuando miró, la cabeza de su hermana yacía en el suelo.
Todo cayó cuesta abajo, no hubo tiempo de gritar, los hombres encolerizados salieron detrás de la joven. Ella corrió, y corrió. Llegó a una colina, estaba dolida, muy dolida, perdió su otra mitad, perdió a su hermanita.
Cayó de rodillas en la cima mirando hacia la Luna, ya no le importaba si la mataban. Gritó, gritó con todas sus fuerzas mirando a la luna. Gritó cómo si fuera un aullido tomando el césped entre sus dedos, llegando a arrancarlos.
Los hombres dieron con su paradero, sus espadas y tridentes presentes.
La chica no los veía estaba llorando desconsoladamente, deseaba la muerte, pero la luna no opinaba lo mismo.
La joven se levantó y dio la vuelta en su mismo eje, mirando a los hombres que se acercaban a ella a paso decidido.
Señaló hacia ellos y se detuvieron en seco, ella fue acusada de hechicería y no se sabe que sería capaz de hacer.
— ¡Van a pagar por lo que hicieron!—chilla poniendo sus manos puños, con los ojos cerrados. Los hombres llevaron sus manos a sus orejas. —¡Juro que los voy a matar! ¡Lo juro!—dice chillando con cólera.
Los hombres cayeron de rodillas con sus oídos sangrando.
— ¡Son unas bestias!—chilla por última vez y los tímpanos de los hombres explotan, para. Luego caer en el pasto verde, muertos.
La chica con respiración agitada mira lo que acaba de ocurrir, ella sabía que no fue por ella sola. Miró a la luna y cayó de rodillas llorando nuevamente.
Los hijos de la luna, los lobos, llegaron y aullaron de dolor con ella, otros empezaron a comer la carne de los que una vez comieron la de ellos. La luna acogió a la joven como su doncella, y transmitió su luz hacia ella, tomándose un largo descanso.»
—Que intenso todo—dice Daniela sorprendida. Cada vez aparecen cosas nuevas.
—No termina ahí—comenta Linett—La joven murió con el paso del tiempo. La luna perdió un poco su brillo y los lobos estaban fuera de control. La luna usó todo el poder que tenía, y la hizo reencarnar en una familia muy pobre, pero con ello le trajo un regalo, la hermanita menor de ella, nació del huevo de un dragón, en forma dragón—dice sonriendo.
— ¿Y cómo se reunieron?—pregunta Daniela.
—Abandonaron a la joven en un bosque y fue adoptada por la dragón a que justamente parió a su hermana—comenta y Daniela asiente. —Cuando lleguemos te contaré mejor y mostrarte algunas cosas más—añade.
— ¿Aún falta para llegar?—pregunta.
—Claro que sí—comenta Linett.