―Y, bien. ¿Puedo saber a qué te dedicas aquí en Boston? La pregunta de papá es directa y sin anestesia. La dinámica es sencilla. Él hace las preguntas, Dante responde. Mi madre le da una que otra mirada severa, pero él no se inmuta. Por mi parte, intento no perder el control de nervioso y no reír como loca ante la situación. Y, agradezco la presencia de Damián en la mesa porque supongo que ya habría corrido sangre. ―Luis ―mamá lo mira sin perder su sonrisa. ― ¿Qué? ―No crees que haces muchas preguntas. Papá suspira de manera profunda. ―Es decir que vamos a fingir que el no dejo a Jenna hace unos años. Y, ahora, regreso exigiendo derechos cuando yo… ―mira a Dante ―escúcheme bien, cuando nosotros estuvimos en cada paso y logro hasta ahora obtenido de mi nieto. ―Papá. Te amo, pero t