–Kloe, ¡Cuánto tragos sin verte! – exclamó una voz, ella ladeó la mirada hacia el llamado y observó como le sonreía nuevamente Matt, se veía con unos tragos más encima que hace rato. Alzó los hombros. –En mi caso como dos – y enseñó su vaso de cerveza. –En el tuyo creo que, como veinticinco –se burló de él, mientras exageraba una cantidad. Él se carcajeó. –Siempre has sido muy divertida. Ven, siéntate un momento conmigo, la noche es agradable –le pidió mientras palmeaba el césped, incitándola a seguirlo. Su voz se escuchaba ligeramente pastosa. En ese momento, Kloe dudó de sus palabras ¿Era divertida? Frunció sus labios, no estaba del todo segura. –¿Seguro? ¿No interrumpo? Estabas con una chica, no quiero arruinar tu ligue de esta noche –exclamó, mientras bebía de su vaso, porque