Esa noche, era de incógnitos y probablemente no la reconocería con antifaz, y así mismo, Elena ya estaba mejor para regresar al escenario. Por lo cual “Cleo” no pisaría el escenario esa noche, eso le daba cierta calma. Solo debía evitarlo. –Hola Woods –exclamó, el siempre amable James, ella solo lo miró, mientras pensaba si debía pedirle ayuda o no. –¿Qué necesitas, Woods? –le preguntó, mientras se apoyaba en la pared y se cruzaba de brazos para mirarla fijamente. Ella se acaloró. –¿Por qué piensas que quiero algo? –cuestionó, mientras jugaba con su mandil. –No hay razones por las que tú, te que me quedes viendo fijamente –alzó la ceja y ella se abochornó. –A menos de que te yo te guste, pero sé que eso todavía no es así… –aseguró el muchacho castaño mientras le clavaba la mirada.